Dr. Albero
El pasado 15 de noviembre se celebró el patrón de las Ciencias, San Alberto Magno, hablemos del primer científico del que existe documentación en Paracuellos de Jarama.
Todos conocemos en este pueblo la presencia de una calle con su nombre, e incluso un edificio que recoge dependencias municipales, pero lo cierto que o bien utilizaba su nombre, D. Gaspar de Morales, o bien firmaba sus escritos con su “alias” Dr. Albero (probablemente elegido por su afición a las tierras blancas).
Zaragozano de nacimiento, se desconoce las fechas de nacimiento y muerte, el cual vivió entre la segunda mitad del siglo XVI y principios del XVII. Se dedicó a lo largo de su vida a la ciencia, y fueron tantas las ramas científicas que estudió que no sabemos muy bien como catalogarlo. Si uno hace una búsqueda de su vida se encontrará que fue colegial boticario en Zaragoza y en Paracuellos de Jarama ejercía como tal.
En la Universidad de Alcalá de Henares terminó estudios de humanidades, filosofía y medicina, se graduó como maestro en artes y tuvo doctos conocimientos en física y farmacia. Creo que en esa época conoció a D. Rodrigo de Cervantes padre del universal autor de relatos D. Miguel de Cervantes.
Posteriormente se traslada a Valencia, posteriormente a Italia y Sicilia, lugares donde se dedica a la recolección y estudio de las plantas. Así que la botánica también se añade a la larga lista de sus estudios. Posteriormente se declina por la geología y se centra en el estudio de las piedras preciosas.
Tras estos viajes se traslada, aparentemente para su retiro, a Paracuellos de Jarama, donde ejerce como médico y boticario. Parece que llega a nuestro pueblo en principio para intentar publicar su lapidario que lleva por título “De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas”. Según sus biógrafos vivió en nuestro municipio entre los años 1598 y 1605 (este último año es el de la publicación del libro). Entre otras cosas llega por quedar libre el puesto de boticario (por unos asuntos turbios del anterior), y la cercanía con la capital donde viajará constantemente para intentar publicar el lapidario; pero indagando en su obra, es posible que llegara sabiendo de la existencia de fósiles en nuestro municipio (aunque no se habló del tema hasta los años 50 del pasado siglo).
El libro “De las virtudes y propiedades…” le costo publicado, pues fue perseguido y prohibido por la inquisición durante siglos. Este lapidario es una preciosa recopilación de las opiniones de las autoridades científicas de la Edad Media, a las que une sus observaciones.
Gaspar de Morales, como ya dijimos, se instala en Paracuellos entre los años 1598 y 1605. El manuscrito “De las virtudes y propiedades de las piedras preciosas” fue entregado a los impresores en 1598, que no llegó a publicarse hasta 1605, por problemas de censura por parte de la Inquisición. Y eso que el libro está dedicado a la Madre de Dios, en cuya portada se puede ver un grabado, representando a Ntra. Sra. del Pilar de Zaragoza, añadiendo además, a los lados de la imagen de la Pilarica, algo que parecen ser dos medias "ruedas de santa Catalina". Pero no ni lo uno, ni lo otro, sirvió para neutralizar el poder de la Inquisición. Dos años más tarde, en 1607, el lapidario es retirado de la circulación por considerar los censores de la Inquisición que en la obra se hacían afirmaciones contrarias a la doctrina oficial de la Iglesia católica de la época, a pesar de las correspondientes licencias reales. El libro seguían incluido en los libros censurados por la inquisición en el año 1707.
La obra, como otros lapidarios medievales relacionan las piedras y metales preciosos fundamentalmente con la magia y la astrología, aunque también se relacionó a los metales preciosos con la alquimia. Su libro es un estudio de remedios preparados a base de gemas, algunas de ellas son minerales de origen animal y otras son partes esqueléticas de animales contemporáneos o fósiles. Consta de 3 libros, el primero está compuesto por 17 capítulos, en los que se trata sobre generalidades de gemas y minerales, como la dureza, e incluye uno dedicado a las 12 piedras del pectoral del sumo sacerdote Aarón, que fueron fundamento de la ciudad de Dios y su significado. El segundo libro consta de 50 capítulos, en los que describe 50 tipos de “piedras” diferentes. El tercer libro consta de 77 capítulos, por cada tipo de “piedra” diferente a tratar.
La historia nos ha enseñado que algunas pseudociencias, como la alquimia con el paso del tiempo y el avance de la técnica, se han convertido en ciencias. Y eso que todavía hay charlatanes que no quieren reconocerlo, engañando a la gente con estudios inexistentes o tratados antiguos, que con el tiempo se ha demostrado que eran erróneos, pero que sirvieron de base para aumentar el conocimiento. Así pues, el boticario Morales lo que hace en este libro ya habían realizado muchos de los autores de lapidarios que les precedieron: establecer correspondencias entre piedras y virtudes. Según él el jaspe concede la victoria, el zafiro mitiga la lujuria, la turquesa refuerza la vista, o el topacio detiene la melancolía.
Propone D. Gaspar de Morales, que el que porta el diamante está protegido de los venenos y le hace invencible y lo relaciona con Tauro, además reducido a polvo se administra como tónico, afirma que “haze virtuoso, y bien hablado, y bien visto al que la truxere consigo”. La esmeralda, la relaciona con Tauro y la recomienda contra la alferecía suspendida del cuello. Las esmeraldas entraban en la composición de la Confección de Esmeraldas, medicamento que se empleó hasta el siglo XVIII como cordial, estomacal, para combatir las cefaleas y contra la epilepsia.
Ya hemos comentado que la obra de Gaspar de Morales era conocida por el padre de D. Miguel de Cervantes, por dos razones: la primera su paso por la villa y Universidad de Alcalá de Henares, donde ejercía D. Rodrigo de Cervantes; la otra por que fue citado en un estudios sobre el Quijote. Para ser exactos encontramos en una edición de 1833, en el capitulo 50: Acullá de improviso que se descubre un fuerte castillo ó vistoso alcázar, cuyas murallas son de macizo oro, las almenas de diamantes, las puertas de jacintos; finalmente él es de tan admirable compostura, que con ser la matéria de que está formado, no menos que de diamantes, carbuncos, de rubíes, de perlas, de oro y de esmeraldas,… En las anotaciones de este libro pone: No eran mas depuradas y exactas las noticias que largos tiempos después, á finales del siglo XVI, tenia Gaspar de Morales, boticário de Paracuellos, autor de un libro de las virtudes y propiedades de las piedras preciosas. Entre las virtudes del carbunco cuenta que purifica el áire, reprime la lujuria, quita los malos pensamientos y concilia las riñas de los amigos. Dice que en la oscuridad dá luz, y que le comunica su actividad la estrella fija llamada Aldebaran. Finalmente, hace mención de un admirable carbunco de la santa iglesia de Toledo, otro en la de Valéncia, y otro del Rei D. Felipe II que se estimaba en cién mil ducados.
D. José Amar, médico de cámara de S.M., hace mención de la propiedad que atribuye el Dr. Albero a la piedra bezar o bezoar (cálculos que se suelen encontrar en las vías digestivas y en las urinarias de algunos mamíferos) para el tratamiento de la Viruela en el año 1774.
Como hemos dicho es posible que llegara sabiendo de la existencia de fósiles en Paracuellos. En su libro titula un capítulo De la Nimpharena, que no es otra cosa que dientes de hipopótamos fósiles, y entre los distintos hallazgos arqueológicos en Paracuellos de Jarama, se pudieron encontrar ejemplares de Aceratherium simorrense, un peculiar rinoceronte, con una apariencia más parecida a un hipopótamo, que carecía de cuernos y tenía grandes incisivos. Además hace otro capítulo con el título De la Piedra de Arabia, la cual es marfil fósil, del cual comenta que seca las almorranas. También se sabe de la existencia de Gomphoterium angustidens, los famosos Mastodontes, antecesores de los Elefantes, se diferencia de estos por que poseían un par de colmillos defensivos inferiores. ¿llegó atraído por la posibilidad de encontrar Nimpharena o muestras de Piedra de Arabia? Eso sólo lo sabía él.
Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.
Cronistas Oficiales de Paracuellos de Jarama.
Bibliografía:
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- CHIARLONE, Q.; MALLAINA, C. (1865): Historia de la Farmacia.
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- FRANCÉS CAUSAPÉ, M.C. (2009): Consideraciones sobre creencias, farmacia y terapéutica. Discurso leído en la Real Academia Nacional de Farmacia.
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- SIMÓN DÍAZ, J. (1992): Bibliografía de la literatura hispánica XV. CSIC.
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