Mujeres ilustres

   Este siglo XXI es el siglo de la igualdad, y para ello hay que dar visibilidad a las mujeres desde todos los ámbitos posibles. Así que nos hemos puesto las gafas moradas, para buscar en nuestro callejero, las calles (valga la redundancia) que tienen nombre de mujer y este es el resultado:




Calle Antonia Herranz: Merecida calle a la única hija predilecta de Paracuellos, les contamos sobre ella en este blog.

Calle de la Tía Pepa: Contemporanea de Antonia Herranz, vecina querida por sus conciudadanos, hasta el punto que Dña. Josefa Lorenzo se ganó de forma natural su hueco en el callejero. La calle Tía Pepa, recibe su nombre por ser la primera casa de la antigua Plazuela del Chorrillo, nombre que se cambió en los años 50 porque todo el mundo conocía la calle como la calle de la Tía Pepa, pero no hay constancia en los plenos municipales, fue un acto por que sí. Tía Pepa que era la abuela de la familia conocida como los “peli-canos” por que su abuelo tenía una mula con el pelo blanco, y con esa costumbre castellana de poner motes a todo lo que se mueve, se quedaron como los pelícanos. La Tía Pepa nació alrededor de 1880 y falleció en 1955. 

Avenida de María Garcini: Del matrimonio entre Vicente Garcini y Adela Arizcun y Dulongval, nacieron Rosa y una vecina que actualmente tiene un hueco en nuestro callejero, su nombre completo es Dña. María Garcini Arizcun. María Garcini nació en Madrid el 6 de febrero de 1886 y fue una persona querida y bien recordada por los antiguos de Paracuellos. Es, junto a su hermana Rosa, la heredera de las propiedades de su padre D. Vicente Garcini, heredando las tierras y casas de Paracuellos, mientras su hermana Rosa heredaba las de Cubas de la Sagra. Entre los terrenos de los que era dueña estaban aquellos sobre los que hoy se asientan el centro de receptores y el campo de antenas que dan servicio al aeropuerto de Madrid-Barajas, los cuales fueron expropiados en 1963 por el Ministerio del Aire fijando como justiprecio de esta propiedad 201.070 pesetas y 8 céntimos. Se casó con D. Mateo Puyol Laguna con el que tuvo 6 hijos: José María, Pilar, Vicente y Pascual, fallecidos en la guerra civil, Pedro Antonio y Rosa, fallecidos de lactantes. Esta vecina, con una avenida en su nombre situada en el polígono industrial, falleció en Madrid el 4 de junio de 1977, aunque se encuentra enterrada en un panteón familiar en el cementerio municipal. 

Calle Rita González: Contemporánea de Dña. María, tenemos poca información sobre ella, y creemos que el motivo de su hueco en el callejero es similar al anterior.

Ntra. Sra. Belvis: La devoción por esta virgen, la hemos situado cuanto menos desde tiempos altomedievales y con continuidad hasta la actualidad. Gracias a las averiguaciones para canonizar a Santa María de la Cabeza, sabemos que la ermita de Nuestra señora de Belvis, estuvo en pie al menos hasta bien entrado el siglo XVII, ya que la visitaron para el proceso de canonización ente los años 1612 y 1615. 

Calle Santa Ana: Su hueco se debe a que unía la plaza del pueblo con la iglesia del mismo nombre que se encontraba a la entrada del Palacio de los duques de Medinaceli, y que fue construida por la devoción que tenía Dña. Luisa de la Cerda a la Santa. 

Calle Virgen de la Ribera: En este caso se trata también de una calle puesta por la ser una de las figuras principales de nuestro calendario festivo. Su devoción data del siglo de Oro, pues en el recién creado convento franciscano de san Luis es donde se encuentran las primeras citas de la Virgen.

Calle Virgen de Soterraña: Esta es la figura más extraña de nuestro callejero, pues no hemos encontrado nada que vincule con Paracuellos esta virgen abulense.

Como ven, ocho son las calles con nombre de mujer, de las cuales la mitad tienen un carácter religioso. Muchas son las que merecen calles en nuestro municipio, y esperamos que poco a poco se les de visibilidad.


ParaEllas 1: Escolástica Riera Chico.

 Siendo hoy 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, queremos recordar a esas grandes luchadoras; y a las que han pasado desapercibidas, ya que no tienen una calle, una plaza en su nombre, por estas mujeres como nuestras abuelas y tatarabuelas y anteriores generaciones olvidadas. En un mundo donde, generalmente,  la historia la escriben los hombres, las mujeres son relegadas a un papel secundario. Pocas son las que a lo largo de la historia han sido protagonistas de hechos por lo que son recordadas.  Sin embargo, a lo largo del tiempo, ha habido muchas que han roto las cadenas que su sexo las tenía preparadas y se han hecho un hueco en los libros de historia.

En Paracuellos tenemos muchísimas mujeres ejemplo de sacrificio y abnegación, que en las condiciones más duras y difíciles han sacado adelante a sus familias. Pero muy pocas las que han obtenido el premio del reconocimiento público. He aquí nuestro reconocimiento para tres mujeres que han aportado mucho a nuestra historia, y que iremos mostrando apuntes históricos de ellas a lo largo de este mes. Estas mujeres son la matrona Doña Antonia Hérranz, Doña María Rita Sánchez de la Mata Moreda, y Doña Escolastica Riera Chico maestra. Empezaremos por la primera.

 

 


Dª. Escolástica Riera Chico (Cuenca 1888  - Madrid 1958) fue una profesora de niñas que dejó un imborrable recuerdo entre sus alumnas de la posguerra, pero también entre todos los vecinos.  Dª. Escolástica ejerció su profe­sión con diligencia durante la época de la Restauración, de la dictadura de Primo de Ribera, de la República, de la Guerra civil y de la época franquista. Sus casi cuarenta años al frente de la escuela la auparon a la categoría de superviviente nata, sin duda una gran mujer en una época en que no era fácil serlo. Fue muy querida y respetada por todos y eso le valió el reconocimiento en dos ocasiones. La primera en 1953 cuan­do recibió un premio de 1000 pesetas, de un presupuesto 50.000 pesetas, que se ha­bía destinado a premiar a todos aquellos maestros de enseñanza primaria de la pro­vincia que más se había distinguido en su labor de la enseñanza pública durante el curso escolar del año anterior. Y la segun­da, el 26 de marzo de 1958 cuando en una sesión extraordinaria del Ayuntamiento y con motivo de su jubilación, se le recono­ció su gran labor como profesora. 

 


Según D. Vicente Valero que la conocía bien porque fue su sobrino y convivió algún tiempo con ella, Escolástica disponía de un humor extraordinario. Y gracias a sus memorias que dejó por escrito, conocemos un trágico episodio que aconteció durante la Guerra civil: Mis tías Escola y Amparo vivían en el pueblecito de Paracuellos del Jarama, a 18 kilómetros de Madrid. Mi tía Escolástica fue maestra de niñas durante varias generaciones. Fue persona muy apreciada y respetada en el pueblo, donde se trataba igual con ricos que con pobres. Era inteligente y alegre. También muy religiosa, hasta el extremo de que, de no haber sido maestra, hubiese sido monja. Tenía en su casa una gran colección de imágenes y crucifijos que, en la guerra civil, por consejo de los líderes socialistas de allí tuvo que quemar en el corralillo de su casa, ayudada por mí. Ellos mismos la salvaron también del ‘paseo’ en 1936: sobre ella pesaba una venganza del contratista de obras de las nuevas escuelas del pueblo, ya que puso objeciones a la edificación, y como luego se demostraría, ella llevaba toda la razón. 

 

El hijo de Vicente, del mismo nombre que su padre, es un escritor afincado en Ibiza. En 2016 publicó un libro titulado: Los extraños de la editorial Periférica, y en él se incluye un retrato aproximativo sobre la figura de Ramón Riera Chico, el hermano pequeño de Escolástica, que fue comandante republicano que acabó exiliado en Francia hasta su muerte, bajo el título de La tumba del comandante Chico. Nos puntualiza que su padre insistía en que a pesar de los peligros que la acechaban: al ser tan querida por todos, la gente de izquierdas procuró protegerla al máximo, ya que ella era muy, muy católica, como ya se indica en el texto y corría ciertos peligros.... Aunque sin vocación de mártir, por lo que parece, añado yo...

 

Sin embargo no creemos como relata Escolástica, que detrás de su intento de “paseo” en 1936 estuviese el contratista. Las obras fueron adjudicadas durante la dictadura de Primo de Ribera, siendo el responsable del Ayuntamiento D. Jesús Domínguez Muñoz que durante la guerra tuvo que exiliarse a Valencia porque su vida corría peligro, al ser una persona de “derechas y monárquico”. Lo que ocurrió más bien es que Escolástica sufrió en sus carnes el problema de las grietas que aparecieron cinco años después de haberse inaugurado el edificio, en el ala del edificio donde estaba su habitación y el aula de las niñas. Por eso el 16 de diciembre de 1933 en plena República y con un gobierno de centro derecha gobernando en Paracuellos, un inspector escolar llamado Francisco de la Pezuela denunció los hechos a las autoridades educativas, puede que por mediación de ella al ver que nadie tomaba cartas en el asunto. Creemos más bien lo contrario, que Escolástica debió de quedar en buen lugar ante “las gentes de izquierdas” del pueblo por esa defensa o denuncia de los hechos. Cuando estalla la guerra y se producen las represalias contra los más significadas personas de derechas en Paracuellos, no fueron muchos los muertos en comparación con otros pueblos, aunque si hubo muchos exiliados. Pero los muertos más significativos fueron el cura y su ama de llaves. Y los mayores destrozos se los llevo la iglesia, que fue fuese saqueada, profanada las sepulturas, usada como establo y lugar de descanso de las tropas en tránsito, y la casa del cura usada como despacho de comestibles de la Cooperativa, etc. Lo lógico por tanto, es pensar que esa devoción suya le hizo estar en el punto de mira de todos lo que consideraban retrógrado ser cristiano practicante. Puede incluso que Escolástica tuviera sus razones para afirmar esto, que tuviera argumentos para llegar a esa conclusión, o que buscase algún motivo racional para justificar que alguien quisiera acabar con su vida, como si las guerras fuesen racionales. No lo sabemos… En cualquier caso, ese respecto y admiración del que gozaba entre los vecinos y que rayaba la veneración, le permitió sobrevivir a todos estos avatares de la vida.

 


De Doña Escolástica no ha llegado un discurso que leyó el día de la inauguración del Ayuntamiento/Escuelas el 8 de abril de 1928. Como recoge la prense del momento, a la inauguración asistió el Gobernador Civil de la Provincia, el delegado del Gobierno, el director provincial de enseñanza y la corporación municipal al completo, así como el cura párroco que bendijo el edificio. Lo transcribimos tal cual porque creemos que el sentimiento que puso la maestra sigue vivo en los que hoy en día se dedican a la enseñanza:

Excelentísimo señor: respetado y digno Jefe; dignísimas autoridades locales; distinguidos y patriotas invitados; distinguido compañero; muy querido pueblo de Paracuellos.

A pesar de mi escaso saber, de mi notoria insuficiencia, no he de excusar mi pobre palabra en este acto; escrito porque bien sabéis –los que me conocéis- de mi nulidad como oradora. Pero yo maestra, quiero elevar, por mis niños y por mi sencilla y modestamente – como cosa mía – un canto a la escuela y unas palabras de gratitud a los aquí congregados.

¡Salve escuela! ¡Taller mío, ilusión de esta pobre y modesta maestra que tanto suspiró por ti para sus niños! ¡Por fin te alzaste! ¡Por fin alzas majestuosa y serena tu frente, frete al Sol, en esta sencilla plaza castellana y junto a la Casa de Dios!. No en frente. Así. El templo de la divinidad más alto que tu; tu templo del saber más alto que el pueblo…

Así, así debe de ser la vida. En el más alto plano, Dios. En plano menos elevado, el saber, la escuela. En más bajo Plano, llano, tranquilo, sano, lleno de amor y de paz y de fe la vida cotidiana.

Recientemente he leído en un libro que para que un pueblo tenga buena escuela, basta con que tenga un buen maestro, y, para algunos, desgraciadamente, esta afirmación es poco menos que un axioma. Gran error es este, señores, porque así como las ciencias y las letras, en el maestro podríamos decir que son el buril y el martillo del escultor o el pincel y la paleta del pintor, así la escuela material, es el local, el taller en una palabra, en donde aquellos artistas plasman su genial y valiosísimo arte legándolo al mundo. Así, también es la escuela material, el escenario que precisa el artista físico y el dramático para que enriqueciendo su arte, nos hagan sentir diferentes y encontradas sensaciones.

Como cosa material, la escuela, necesita reunir condiciones de capacidad, comodidad e higiene en general, porque en ella han de vivir muchas horas del día nuestros hijos; en la mía vuestras hijas, las madres de la España del mañana que, si precisan del saber también necesitan un amor y robusta naturaleza. ¡Que el saber y la fortaleza física, junto con la moral, son virtudes que convierten en rico y poderoso a un pueblo!

La escuela Nacional, bien dotada y única cobijando a los hijos de todos los españoles, sería el mejor molde del tan necesario espíritu Nacional, de la verdadera e imprescindible educación ciudadana, y será, también la piedra fundamental de la unión del afecto del amor- ¡que tanta falta está haciendo!- entre pobres y ricos. Porque, señores, la escuela Nacional, bien dotada, es el taller desde donde el artista-maestro, modula los espíritus, guía, fortalece y desarrolla las inteligencia que al unísono de los corazones selectos, fundirán en el trabajo el sueño futuro del más grande de los pueblos, del pueblo español.

De todo esto vosotros, ayuntamiento y pueblo de Paracuellos, habéis dado cuanto se os ha pedido (Demostrando con vuestra ejemplar conducta cuanto pueden ayudar los pequeños pueblos a la obra de engrandecimiento Nacional llevada a cabo por el Gobierno de S.M.).

¡Vivid satisfechos, nobles autoridades y vecinos de Paracuellos, que no es un pedregal en donde habéis sembrado! ¡No!. Podéis estar orgullosos de vuestra tan necesaria como meritoria y hermosa obra. Necesaria, por constituir un sacrificio; hermosa, por comenzar desde el mismo momento a rendir beneficios este vuestro sacrificio en la salud y cultura de vuestros hijos; y necesaria, meritoria y hermosa en fin, porque habéis aportado vuestro más importante grano de arena a la más trascendental e inaplazable de todas las reforma, la de la escuela primaria, firme y única base del progreso de un pueblo.

Para mí, como maestra española, es hoy, el segundo gran día de mi carrera. Solo he prestado mis servicios en Abonades (Guadalajara) y aquí. En aquel, los ochenta y tantos vecinos que componían el pueblo, levantaron el mejor de los monumentos al saber. Levantaron nueva escuela. Aquí, vosotros, también lo habéis hecho, y como aquellos, meritísimamente, por el propio esfuerzo, sin dentellar las arcas del tesoro nacional. Por esto, con la mayor emoción y con la más absoluta convicción yo proclamo, que los pueblos españoles llenos de amor, de ardiente patriotismo, pero faltos de ejemplo y, sobre todo de espíritu impulsor, cuando ven aquel y encuentren este, si son pobres, responden con su trabajo que es su pan, poniendo en su respuesta el alma y hasta la vida. ¡Por esto es grande e inmortal amadísima España!

Mi gratitud, mi inmenso cariño, que se traducirá en los mayores vecinos para con sus nuevos hijos – mis queridos niños, para vosotros, bondadoso y ejemplar pueblo de Paracuellos.

Mi gratitud también, y más aún mi admiración para nuestro Alcalde Don Jesús Domínguez, alma y eje de esta honrosa obra, que humilde y sencillo hijo del trabajo suyo es también por su inteligencia, por su infatigable y emprendedor espíritu y por su gran amor al pueblo donde nació digno de figurar grato e imborrable en la memoria de todos.

Mi particular gratitud a la que seguro juntaseis la vuestra honorables autoridades y pueblo, para bien hechora Srta. Dña. Antonia Herranz que, a más de la parte que en la general cooperación le corresponda, ha donado mil pesetas a la escuela de niñas, para que se inviertan en nuestro material escolar, aumentando, adornando así, con su particular peculio, esta hermosa obra de todos, llevada a feliz término en bien de la cultura y la salud de los hijos de Paracuellos. ¡Díos y los hombres de mañana al saber los frutos de esta sementera, bendecirán el nombre de tan predilecta hija de Paracuellos, como lo harán con todos los de esta generación! Yo, por mi parte, ya lo hago, rindiendo tributo de mi mayor admiración y agradecimiento.

Siendo el más grande testimonio del subordinación, respeto y agradecimiento al Exmo. Señor gobernador Civil, que al honrarnos a todos con su presencia, repite una vez más su amor a la provincia, su interés por la enseñanza y por las cosas grandes o chicas de la capital al más pequeño caserío; y cuando para manifestar todo esto, como él lo hace, hay que lanzarse a viajar como y por donde sea, arrastrando peligros y molestias, se hace Patria; y cuando se hace patria, se merece la gratitud, el respeto y el cariño de todos.

A mis respetado Jefe que celosísimo de su necesaria e importante misión, ha pedido incesantemente mejores escuelas para sus maestros, o lo que es lo mismo, más cultura y más músculos y pulmones para los niños españoles. ¡Que he de decir!; la emoción, la alegría mutua, es la de él. Como para nosotros, es para él hoy, uno de los días de mayor satisfacción de su vida, y con él nosotros llenos de contento al rememorar allá en el fondo de nuestra memoria los días grandes de nuestra historia patria incomparable; aquellos lejanos y dorados días de Viriato… de Covadonga… de Granada… De Colón… del el “manco de Lepanto” con su inmortal “Quijote” y tantos y tantos más y cuando, paralelamente a la rememoración vemos con los ojos de la conciencia, los actuales y prometedores días de nuestro gran Gobernante del propulsor, del vidente gran caudillo el Exmo. Señor D. Miguel Primo de Rivera, y, cuando por asociación de ideas miramos con mi jefe este nuevo edificio, él con nosotros y todos con él, henchidos los pechos y alegres las almas, vemos el férreo y sonriente porvenir de nuestra adorada España de nuestra amadísima Patria.

He dicho.

Escolástica Riera. Maestra Nacional.

 


Y de auténtico “milagro” podemos calificar la obtención de las fotos  que tenemos de la profesora. Para su búsqueda, en primer lugar lo hicimos entre sus alumnas, que si bien todas la recordaban con mucho cariño y admiración, ninguna conservaba una foto de ella. Averiguamos que estuvo viviendo en la casa de maestros de Paracuellos aunque tenía su residencia en Madrid. Las pesquisas en la capital nos llevaron hasta la Universidad Complutense de Madrid que es la depositaria de los archivos de la extinta Universidad Central donde estudió Escolástica en 1900. Por desgracia, los documentos de aquella época están muy mermados a causa de la Guerra Civil y no tuvimos suerte. Una llamada a los servicios funerarios nos localizó el lugar exacto de su sepultura en el cementerio de la Al­mudena. Allí descubrimos que la sepultura, por el estado en que encontramos la lápida, llevaba muchos años abandonada y que falleció tan sólo un mes después de su jubilación. Descubrimos también, que falleció soltera, que está enterrada junto a dos de sus hermanas y que su madre también había sido maestra. La última de las hermanas en morir, en 1965, se llamaba Dª María Patrocinio y consta en la inscripción de su lápida que dejó viudo a un tal señor Vento. Como en Madrid “afortunadamente” sólo hay quince Ventos (apellido de origen italiano poco común), los llamamos a todos pero con resultado negativo. Volvimos a los funcionarios del cementerio y, gracias a ellos, supimos que la sepultura había sido pagada por un tal Ramón. Al informar de ello a sus alumnas descubrimos también la existencia de un hermano de Ramón, llamado Vicente. Ambos solían ir con su tía a Paracuellos con cierta frecuencia. Cuando ya teníamos suficientes datos de estos sobrinos de Escolástica y estábamos sobre la pista buena, nos pusimos en contacto con las oficinas donde se hace el DNI, con hacienda, incluso los buscamos en las Residencias de Mayores de Madrid. En todos los casos resultó infructuoso. La conclusión que sacamos, llegado a este punto, fue que sólo cabía esperar que ambas personas hubiesen falle­cido o emigrado a otro país. Sin embargo, nos resistíamos a pensar que nadie en Paracuellos u otro lugar conservasen alguna de estas fotos que con tanto empeño buscábamos. Por eso, a primeros de febrero de 2014 hicimos un último llamamiento desesperado en internet a través de Paracuellosdigital para ver si teníamos la suerte de que algún vecino se hiciera eco de nuestra petición. Pero a pesar del interés suscitado, no hubo respuesta positiva y a finales de ese mes, arrojamos la toalla dando por concluido el asunto. Sin embargo, dos meses después en plena Semana Santa, ocurrió algo inesperado, un email que nos anunciaba que un señor llamado Vicente Valero era familiar directo de Escolástica y que tenía fotos de ella. El señor Valero entró por casualidad a buscar datos de un hermano de Escolástica que fue aviador republicano y del que está haciendo su biografía. Así fue cómo el domingo de Resurrección teníamos en nuestro poder las ansiadas fotos. El error fue suponer que los dos hermanos Ramón y Vicente, eran hijos de la viuda de Vento y por tanto llevaban ese apellido. Nos aclaró que la viuda de Vento tampoco había tenido descendencia, que Escolástica había tenido tres hermanos más y que una de ellas era su madre. Vicente Valero que se llama igual que su padre, resultó ser el hijo de ya fallecido sobrino de Escolástica. Esto que les contamos es para que sirva como ejemplo lo complejo que ha sido en muchas ocasiones la búsqueda de nuestra historia.

 

A principios del 2016 y gracias al empeño de dos jóvenes vecinos (que por cierto, un par de años después fueron nombrados Cronistas Oficiales) el nombre de Escolástica fue incluido en una lista que elaboró la Concejala de Educación, Doña Almudena Gómez, con cuatro candidatos para bautizar al nuevo colegio público de Educación Infantil y Primaria que la Comunidad de Madrid estaba construyendo en la parcela EQ-01 del Sector 8 de Miramadrid. Gaspar de Morales, Celestino Mutis, Escolástica Riera y Alejandro Amenábar fueron las propuestas que los vecinos tuvieron que votar. Después de unas semanas de votación, la opción ganadora fue la de la profesora, y en un pleno municipal celebrado el 17 de febrero se acordó por unanimidad de todos los partidos políticos, instar al Gobierno regional a que pusiera su nombre al nuevo colegio. Pues bien, el 24 de febrero de 2017 la Comunidad de Madrid obviando a los vecinos y al gobierno municipal, decidió unilateralmente que se llamase Andrea Casamayor (escritora y matemática zaragozana 1700/1780).

 

Sin embargo y a pesar de este contratiempo, debemos dar las gracias a la Corporación municipal de por aquel entonces por tan loable intento. No podemos olvidar que Doña Escolástica representa como nadie el sacrificio, y el innegable trabajo de los maestros de escuelas rurales. También representa a todas las mujeres valientes e independientes que lucharon, libros en mano, contra una sociedad machista e inculta. 

ParaEllas 2: Antonia Herránz, la gran desconocida.

 Aunque esta entrada la pusimos en la revista municipal "Paracuellos al día", creemos importante que se mantenga en el blog, por eso la volvemos a mostrar. Han pasado ya más de 90 años del fallecimiento de la única persona que  hasta la fecha merece el título otorgado por el ayuntamiento de Hija Predilecta. Dª Antonia Herranz Ahijón (1857 – 1929).



El título de Hijo/a predilecto/a sólo puede recaer en quienes, habiendo nacido en el lugar del otorgante del título, hayan destacado de forma extraordinaria por sus cualidades o méritos personales o servicios prestados en beneficio y honor de la villa y hayan alcanzado consideración indiscutible en el ámbito de lo público.

La concesión se otorgó en un pleno municipal celebrado en 1924 y en donde se dejó por escrito que con su generoso desprendimiento hizo posible muchos proyectos para mejorar la vida de los vecinos. Y decidieron por unanimidad cambiar el nombre de la calle donde vivía, que se llamaba del Olivo,  por la de Antonia Herranz que aún se mantiene.

Resulta gratificante comprobar que en una época en la que España se encontraba intentado recuperarse del desastre económico y moral de la pérdida de las últimas colonias de ultramar y en donde la guerra en el norte de África estaba desangrando de hombres y dinero las arcas  nacionales, una mujer tuviera la caridad para donar multitud de fondos para la mejora del municipio. Que sepamos nosotros aunque nos costa que hizo más cosas, con su dinero se arreglaron calles, aceras, fuentes y se compraron material escolar (mesas, sillas, pizarras, libros) para las nuevas escuelas de niños y niñas. Como mínimo a lo largo de esos años se gastó más de 10.000 pesetas (cantidad considerable para la época teniendo en cuenta que la construcción del ayuntamiento costó 47.000 pesetas). Las niñas en agradecimiento a tan generosa donación de material escolar, hicieron un teatrillo y la niña presentadora del acto, Dª. Isabel Lorenzo Muñoz dijo: La escuela organiza este teatrito hoy en honor a La Filántropa Srta. Antonia Herranz, hija predilecta de este nuestro pueblo, que agradecidas más y más le damos a tan virtuosa y caritativa señorita.


Con semejante currículo, quisimos saber un poco más de la figura de esta filantrópica mujer e intentar ponerle un rostro. Lo primero que hicimos fue buscar alguna información entre los vecinos más viejos, pero no resultó. Hacía demasiado tiempo de su fallecimiento como para que alguno la recordara. Así que nos fuimos al cementerio municipal en busca de su sepultura. Sepultura que encontramos rápidamente debido a las pequeñas dimensiones del campo santo. Y lo que más no llamó la atención, a parte de la majestuosidad de la lápida, fue encontrarla muy deteriorada y sin ningún ramos de flores, en una época en la que se encuentra inundada de ellas justo unos días después de la fiesta de Todos los Santos. En la inscripción de la lápida sólo aparece ella, de esta forma llegamos a la conclusión de que no había en Paracuellos descendientes directos de ella y por tanto, nadie que la recordara.

Y como el mundo está lleno de casualidades, buscando fotos antiguas entre una de las principales familias de Paracuellos, los Pi-Meco, llena de antepasados que ejercieron de alcaldes o de concejales, encontramos una que inmortalizó el momento exacto de la inauguración en 1908 de la Fuente de la Salud. Un mega proyecto de vital importancia para el municipio al que acudieron para su inauguración multitud de autoridades y vecinos.  Y gracias a que quedó reflejado en las actas municipales cómo aconteció todo, supimos identificar en la foto a sus protagonistas, entre ellas estaba Dª Antonia Herranz. Lo más asombroso fue descubrir que los depositarios de esas fotos antiguas ignoraban quienes eran, qué hacían y donde estaba ubicada la escena, dejándonos muy patente lo importante y necesario que es recuperar nuestra historia.

Hace unas pocas semanas, el grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, solicitó a la alcaldesa que diera el nombre de una calle al anarquista Don Melchor Rodríguez García “El ángel Rojo” que evitó con su valiente actuación que muchas personas acabaran fusiladas en Paracuellos durante la Guerra Civil. Sin duda la concesión de calles es una manera de recordar y homenajear a las personas que son benefactoras del bien común. Las sociedades más justas son aquellas que saben valorar y aprender de ellas. Pero no es suficiente con nombrarle con una calle, como hemos visto con nuestra hija predilecta, que con el paso de los años caen en el olvido. Y el olvido es la mayor de las injusticias, a modo de reflexión, sirvan estas palabras que leyó la maestra de niñas Doña Escolástica Riera Chico, otra gran mujer de la que hablaremos en otro momento, el día de la inauguración del nuevo Ayuntamiento y escuelas en 1928  antes las autoridades y vecinos: “Mi particular gratitud (…) a la bien hechora Srta. Dña. Antonia Herranz (…) ¡Dios y los hombres del mañana al saber los frutos de esta sementera, bendecirán el nombre de tan predilecta hija de Paracuellos, como lo harán con todos los de esta generación!” Un ejemplo de recuerdo sería que la corporación llevará un ramo de flores a su sepultura en las fiestas patronales; o crear un premio con su nombre al MVP (más valioso paracuellense) por una carrera modelo, o por haber salvado la vida a otro vecino, o por haber evitado una tragedia, o por su carrera deportiva, o por su compromiso con el medio ambiente, la ciencia, las artes o la cultura... 

     Los de esta generación no somos justos, y no lo somos porque, por desgracia, desconocemos nuestra historia. Por eso, hace falta la publicación de libros que recojan sus historias; hace falta que se ubiquen debajo de las placas de las calles unas breves referencias a estos personajes para saber quiénes fueron y qué hicieron; hace falta que en los colegios dediquen unas  pocas de horas al año para hablar de la historia del municipio; y hace falta, que las autoridades municipales fomenten su divulgación.  

Podemos empezar mañana mismo…

ParaEllas 3: María Rita Sanchez de la Mata Moreda.

Terminamos este repaso, a la par que actualización con Doña María Rita Sánchez de la Mata Moreda. Ella fue la primera vecina que consiguió un titulo “universitario”, con el oficio más antiguo del mundo: matrona, partera, comadre...




Gracias a las matronas la gran mayoría de nosotros estamos en este mundo. Ellas han ayudado a nuestras madres en el momento del parto. Las referencias más antigua se remontan a pinturas rupestres. Posteriormente se han documentado en papiros con utensilios para el parto que datan del 1550 antes de Cristo. Hay constancia de comadronas en la edad medía donde en el año 1265 Alfonso X “El Sabio” aprobó “Las Partidas”, documento que reflejaba las cualidades que debían cumplir las comadronas. Es ya en el siglo XVIII cuando se empieza a utilizar la palabra matrona, como una profesión incluida dentro de la cirugía y se regula a las parteras cualificadas.

            Es en esta época cuando se crea por orden del Rey Carlos III el Real Colegio de Cirugía de San Carlos (hoy Centro de Arte Reina Sofía) en 1787. Posteriormente en 1790 se inauguró la Cátedra de Partos en la que se formaba a las mujeres que quisieran aprender el “arte de partear”. Era una enseñanza que debía hacerse en las salas del colegio a puertas cerradas, donde concurrían mujeres que debían pasar una serie de requisitos. Como todos sabemos a las mujeres la historia no se lo ha puesto fácil, especialmente por parte de los hombres, en lo que a igualdad se refiere. Aunque avancemos tímidamente, mucho menos de lo que ellas se merecen, si nos fijamos en los requisitos que tenían que cumplir para acceder al Real colegio vemos que afortunadamente hay un cambio importante.

            Los requisitos para entrar en las enseñanzas de la Cátedra de Partos estaban algunos como tener limpieza de sangre (demostrando la ausencia de antepasados de origen judío o árabe) presentando el testimonio de tres personas para acreditar que eran “cristianos viejos”, estar casadas (acreditado con el certificado de matrimonio), presentar la autorización del marido…  Una vez que recibía la enseñanza pasaban un tribunal, que estaba formado por tres catedráticos. Cada uno de ellos realizaban preguntas a la examinanda por espacio de quince minutos, y posteriormente salían de la sala de exámenes. Si a la examinante se la consideraba aprobada, se le tomaba juramento y se expedía el título. 

            La vecina y natural de Paracuellos Doña Rita Sánchez de la Mata Moreda fue alumna del Real Colegio de Cirugía de San Carlos entre los años 1802 y 1804. Postulando para obtener el titulo de matrona o partera. Intentó conseguir el título antes del tiempo reglado (3 años), pues en 1803 se presentó a examen para “ganar un año literario”, pero le fue denegada la petición. Finalmente en 1804 consiguió la titulación necesaria para poder asistir a las mujeres en uno de los momentos más difíciles y maravillosos de esta vida. Fue la primera paracuellense en conseguirlo, pero muchas otras vinieron después hasta poder contar con una matrona en nuestros centros de salud, como algo natural y necesario.

            Con este post queremos darles gracias a todas ellas, dar visibilidad a las mujeres, reivindicando  una igualdad entre mujeres y hombres, que debería existir desde siempre.

ParaEllas 4. Pioneras en Paleontología.

            Acabamos la ronda, dando visibilidad a las mujeres que han aportado de forma excepcional algo a la historia de Paracuellos de Jarama. En este caso vamos con unas pioneras en la investigación que han puesto a nuestro municipio en el círculo académico de forma importante. Permitan que nombremos a mujeres que fueron punta de lanza en el mundo de la geología. No son “hijas” de nacimiento ni tampoco de adopción, pero gracias a su trabajo, hemos podido saber que bajo la piel terrestre de nuestro término municipal, hay numerosos fósiles de la época geológica conocida como Mioceno. Gracias a ellas sabemos que estos lugares, hace millones de años, era un sitio donde grandes manadas de mamíferos prehistóricos eligieron para vivir.

 


            La primera Dña. Juana Mª Golpe-Posse, fue la mujer que catalogó el primer registro fósil del Mioceno en Paracuellos. Corría el año 1971, cuando junto a su compañero de profesión D. Miquel Crusafont se dan cuenta de que los fósiles que descansan bajo la piel terrestre de nuestro pueblo son excepcionales en la provincia de Madrid. Esta pionera en la paleontología de vertebrados es Licenciada en Ciencias naturales por la Universidad de Madrid y Doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Barcelona el mismo año que anunciaba la presencia de fósiles en Paracuellos. Estuvo vinculada al CSIC hasta 1976 y fue una pionera en el campo de la Paleontología de Vertebrados. Sus investigaciones además de llevar a excavar nuestro territorio, permitieron el descubrimiento de un primate del Mioceno cuyo material fue publicado por trabajadores del Instituto Catalán de Paleontología.

 

            La segunda es Dña. María Teresa Alberdi Alonso, fue la primera mujer que hizo unas excavaciones paleontológicas en Paracuellos. Doctorada por la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente, docente también de esta universidad. En el año 1974 obtuvo la plaza de colaboradora Científica y en el año 1991 consigue la plaza de Profesora de Investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Esta mujer dirigió las excavaciones arqueológicas en Paracuellos entre 1981 a 1983, subvencionadas por la Diputación de Madrid, cogiendo el testigo después el Dr. Jorge Morales, donde colaboraron alumnos del Instituto Politécnico Virgen de la Paloma de Madrid. Los Doctores Alberdi y Morales han formado a numerosas investigadoras y actualmente es vicedirectora de investigación del MNCN.

 

            Junto con el Doctor Morales, hay una estudiante que bien merece un hueco en esta entrada. Es la Doctora Carmen Sesé Benito, que actualmente es científica titular del MNCN. Entre otras muchas cosas de su productiva carrera científica, encontramos la catalogación de 71 yacimientos de vertebrados en la provincia de Madrid. Es una experta en la fauna prehistórica de la península ibérica y tuvimos la suerte de tenerla en nuestras excavaciones paleontologícas.

 

            Con esta entrada intentamos, como ellas hicieron un día con nuestra fauna del mioceno, dar visibilidad a su excepcional trabajo.

ParaEllas 5: Estefanía de Armengol, primera Señora de Paracuellos.

 Con esta entrada y coincidiendo con el día de la mujer, queremos poner en valor el papel de la mujer, en ocasiones apartando su figura o generando con ella un anexo para remarcar el papel del hombre en los libros de historia. Poco a poco como Cronistas Oficiales de Paracuellos haremos una nueva lectura de la historia encajando su contribución sin distinción de sexo. Hemos ido remarcando el papel jugado por vecinas de la Época Contemporánea, pero ahora nos vamos directos al medievo para hablar de la primera Señora de Paracuellos: Estefanía de Armengol.

 

Escudo Conde de Urgel. Fuente Wikipedia.

            Nuestra protagonista nace en Cataluña cerca del año 1100 y se desconoce su lugar de fallecimiento en 1146. Estefanía de Armengol es hija de Armengol V, conde de Urgel, y de María Pérez. Tras la muerte de su padre fue educada por sus abuelos maternos el conde Pedro Ansúrez y su mujer Elo Alfónsez. Recibe numerosas donaciones de la Reina Urraca, especialmente por los servicios prestados en su matrimonio con Fernando García de Hita el 12 de noviembre 1119. Las numerosas propiedades de ambos en el territorio de la actual provincia de Madrid y Guadalajara, les convierte en un matrimonio con un poder importante en la zona. 

 





Fernando García de Hita y Estefanía de Armengol fueron padres de dos mujeres, Sancha Fernández, que heredó el señorío de Villamediana, y Urraca Fernández de Castro, casada con el conde Rodrigo Martínez, sin sucesión y que fue amante del rey Alfonso VII el Emperador de León con quien tuvo una hija, la infanta Estefanía Alfonso la Desdichada. Entre los hijos varones de los Hita-Armengol se encontraban Martín Fernández de Hita casado con Elvira. D. Pedro Fernández, también llamado Pedro Fernández de Fuentecalada, del que sabemos que fue el primer maestre de la orden de Santiago y D. Martín Fernández, probablemente el menos conocido de los hermanos y al que se menciona en el Poema de Almería. A este último es al que le corresponde la unión de los dominios entre el Jarama y el Henares, de Hita a Paracuellos. D. Martín Fernández fue el padre de D. Fernando Martínez de Hita, que ingresó en la orden de Santiago y fue comendador de Uclés. 

 

El Rey Alfonso VIII el Noble y su mujer Leonor, donaron la villa y el castillo de Paracuellos el 23 de julio del año 1175 al caballero D. Fernando Martínez de Hita y a sus sucesores, como remuneración por los servicios prestados al rey. El documento de privilegio rodado (concesión, permanente y hereditaria por lo común, que autorizaba al agraciado a disfrutar de la merced otorgada por el gobernante) fue expedido y firmado en Treviana. El documento dice: Yo Rey Alfonso de Castilla en uno con mi mujer Alienor Reina doy a vos fernando Martinez y a vuestros hijos y toda vuestra descendencia Paracuellos villa y castillo con collazos, con tierras, viñas dehesas de por los muchos servicios que vos Don fernando Martinez me haveis hecho devota y fielmente y quien fuere contra esta donación page cien libras de oro puro a la parte Real, y a vos el daño doblado. Pero parece que no es del todo cierto, pues Armengol I el de Córdoba, tras la batalla del Jarama en el año 1009,  se convierte en el primer Señor de Paracuellos, la cual le llega a Estefanía por esta vía y el hermano de esta el último conde de Urgel, Armengol VIII el de Sant Hilari, le reclamó la porción de Paracuellos y Ledesma de Jarama que le correspondía por su linaje, al ser heredero de estas posesiones como conde de Urgel. 


Tras el fallecimiento de Fernando García de Hita, contrae segundas nupcias con el Conde Rodrigo González de Lara, viudo de la infanta Sancha en 1135, donde le rey Alfonso VIII, explicando así que posteriormente le cediera la villa y castillo de Paracuellos de Jarama a Fernando Martínez de Hita y posteriormente a la Orden de Santiago. Fue la fundadora de monasterio de Santa María de Valbuena donde está enterrada tras su fallecimiento en 1146 y en él se conserva la única imagen de ella. 

 

            Doña Estefanía de Armengol, señora de Paracuellos, ha sido una pieza importante no solamente para el devenir histórico de nuestro municipio, también para la estabilidad de la monarquía castellana, he aquí nuestro reconocimiento.

ParaEllas 6: Ilustres e ilustradas.


            Seguimos hablando de mujeres, en este caso de dos que aparentemente no tienen nada que ver con Paracuellos, salvo que un colegio y un instituto de nuestro municipio llevan sus nombres. Estas son la ilustrada Andrea Casamayor y la Ilustre Simone Veil.

 

            Los ilustrados ven en el avance cultural y científico la mejor forma de conseguir la felicidad a partir del progreso. Son los ciudadanos ilustrados los que propician el progreso creando una nueva mentalidad. Una forma de cambiar la mentalidad es con la difusión de la ciencia y la cultura desarrollando para ello instituciones dedicadas a este fin. Este contexto histórico es el que le toca vivir a la zaragozana María Andresa Casamayor de La Coma, que nació 30 de noviembre de1720 y falleció 24 de octubre de 1780. 


Andrea Casamayor. Fuente: wikipedia.



            Nace el día de san Andrés, del que recibe su nombre y es la séptima hija de una familia acomodada de comerciantes textiles de Zaragoza. Tiene el honor de haber escrito el primer libro de ciencia por una mujer española con tan solo 17 años cuando estaba en la escuela de los escolapios de Zaragoza, la obra lleva por título “Tyrocinio Aritmetico, instrucción de las quatro reglas llanas”. Su segundo libro con el título “El para si solo”, un compendio de aritmética avanzada se ha perdido. En ambas obras tubo que firmar con el pseudónimo Casandro Mamés de La Marca y Araioa, utilizando un anagrama de su nombre.

 

            Tras el fallecimiento de padres y mentores ejerció como maestra de primeras letras de niñas en las escuelas publicas de la ciudad, lo que le proporciona un hogar en el edificio de los maestros.  Esta científica es un ejemplo de mujer que dedica su vida al desarrollo del conocimiento sin dejar al lado la educación de los menores. Desgraciadamente tiene un escaso reconocimiento social.

 

            El instituto de bachillerato y formación profesional de Paracuellos tiene el honor de recibir el nombre de la francesa Simone Jacob, que cambió su nombre al casarse con Antoine Veil. Vio la luz en Niza el 13 de julio de 1927 en el seno de una familia judía. Al final de la II Guerra Mundial el llevada junto a sus padres, hermanas y hermano al campo de concentración Nazi de Auschwitz-Birkeanau, después al de Bobrek y por último al de Bergen-Belsen. Solamente ella y sus hermanas sobrevivieron al holocausto. Comienza su carrera de Derecho y Ciencias Políticas en 1945, al finalizar la guerra y es nombrada tras comenzar su carrera como jueza secretaria general del Consejo Superior de la Judicatura francesa. El presidente Girscard d’Estaing la nombra ministra de Sanidad. 


Simone Veil. Fuente: Heroinas.net

 

            Es en 1979 cuando encabeza las listas de su partido para ser diputada del Parlamento Europeo convirtiéndose en la primera presidenta de la euro cámara votada en sufragio directo. Presidió la comisión de asuntos Jurídicos y participó en las comisiones de Medio Ambiente, Asuntos Exteriores y Seguridad y de la Subcomisión de Derechos Humanos.

 

            Tras 14 años en el parlamento vuelve a su país para ser nombrada ministra de Sanidad y Asuntos sociales. En 2008 es nombrada miembro de la Académie Française. Ha sido una incansable luchadora por los derechos y la construcción europea, hasta el punto que en 2011 la explanada del edificio principal del parlamento europeo se pasó a llamar “Ágora Simone Veil”. En 2012 recibió la Gran Cruz de la Legión de Honor de Francia. 

 

            No son pocos los países que le han reconocido su trabajo entre los que se encuentran además del suyo Alemania (Premio Carlomagno 1981), Bélgica, Costa de Marfil, EE.UU., España (Premio Príncipe de Asturias 2005), Grecia, Israel, Italia, Marruecos y Venezuela. 

 

Falleció el 30 de junio de 2017 y enterrada en el Panteón de París. En el homenaje del Parlamento Europeo tras su muerte, el presidente de entonces, Antonio Tajani decía de ella: “gran presidenta del Parlamento Europeo, conciencia de la UE, activista contra el antisemitismo y defensora de los derechos de la mujer, su mensaje sobre las mujeres y el antisemitismo sigue siendo de actualidad hoy en día”.

 

            Ya han visto que ambas, como otras muchas mujeres, han sido unas luchadoras en sus campos. Hay motivos suficientes para estar orgullosos de que nuestros centros educativos reciban sus nombres.

 

Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.

Cronistas oficiales de Paracuellos de Jarama.

ParaEllas Extra: La mujer invisible

    Han pasado ya varios días desde que los paracuellenses han celebrado Halloween, el día de todos los santos o el día de muertos. Los que han elegido la fiesta pagana, a estas alturas de mes habrán guardado los disfraces de zombis, momias, vampiros, muñecos diabólicos… hay uno que queremos comentar antes de guardarlo. Aunque parezca otra cosa estamos decididos a encontrar la bruja de Paracuellos.

 

"Brujas" de la colección para los Duques de Osuna obra de Fco. de Goya (1797-8). 

            En nuestro municipio existe un lugar cuyo topónimo es Cueva del Río o de la Bruja. Indagando un poco en las descripciones de los siglos XVI y XVIII existentes de Paracuellos encontramos en las relaciones de Felipe II de 1579 no se la nombra como tal comentando: “baxo de este pueblo como a las dos después del mediodía en aquel derecho en la orilla del rio a la mesma legua del agua esta una cueva muy grande labrada toda en piedra viva, que nunca le han podido hallar el cabo, que no se puede entrar a ella sino es por el agua, cabe un hombre a caballo dentro”. La primera vez que se nombra la cueva como de la bruja lo encontramos en la correspondencia entre Linneo y Celestino Mutis en 1761, momento en que hay una obsesión y persecución de estas mujeres a lo largo y ancho del continente europeo. Así pues, deducimos que es en este periodo cuando vivió la mujer que buscamos.

 

            Aunque todos tengamos en el pensamiento que los documentos cuentan la verdad y solamente la verdad, encontramos que también omiten ciertas cosas, ya sean personas o lugares. De este periodo tenemos el Cuestionario del Marques de la Ensenada, realizado en Paracuellos el 4 de febrero de 1753, el cual vamos a utilizar intentado buscar alguna referencia u omisión sobre la posible bruja que ha dado sobrenombre a la Cueva del Río. Si bien es cierto que no hay ninguna referencia sobre esta persona, vamos a ver si se les ha olvidado citarla.

 

            Este cuestionario en su pregunta 21 intenta saber de qué número de vecinos se compone la población, a la que los vecinos contestan que 80 (aclarando que el número de vecinos es el de unidades familiares, con varón como cabeza de familia) y en la 36 intenta saber cuántos pobres de solemnidad habrá́ en la población (en este segmento se incluyen viudas y cabezas de familia que no pueden trabajar entre otros), que contestan que hay 10. En la pregunta 22 se cuestiona cuántas casas habrá́ en el pueblo, qué número de inhabitables, cuántas arruinadas, comentando que hay 82 más 4 arruinadas y 3 inhabilitadas. 

            

            Es hora de hacer cuentas, existen 80 vecinos más 10 pobres de solemnidad, total 90 unidades familiares. Hay 82 casas, más 4 arruinadas y 3 inhabilitadas, con un total de 89. Citan a cuatro mujeres, posiblemente viudas que se dedican 2 a la ganadería (María Rodríguez y Bernarda Herranz) y que probablemente vivan en las dos casas que faltan como unidad familiar, así como otras dos que viven de la trajinería (María Aguado y María de la Villa) que por su condición viajera es probable que vivan en casas arruinadas: total 84 de las 89 casas existentes. Así pues, tenemos que el resto de pobres de solemnidad que viven en las otras dos casas arruinadas que nos faltan y las 3 inhabilitadas. 

 

            Pero sigue faltando una persona ¿es la bruja? Sabiendo que en esa época se consideran dos tipos de bruja ¿qué tipología tiene? En caso de que hubiera sido una autentica bruja como la que tenemos en mente que tiene pactos con el diablo, vuela sobre escobas de Retama o alcahueta, habría dejado registro en algún auto de fe o bien en el registro judicial de Paracuellos del archivo histórico. Pero esto no es así, o por lo menos si existió el documento no ha llegado a nuestros días. 

 

            Sabiendo que el lugar que lleva el topónimo de Cueva de la Bruja es un lugar donde las plantas herbáceas, en especial de matorral, son abundantes probablemente sea una mujer haya practicado la botánica y que no le ha quedado otra forma de vida como curandera o similar, hechicera o practicante de la nigromancia y que en este caso no sería perseguida en por la sociedad de la Edad Moderna. Una persona que ha sido excluida socialmente o bien por no tener cabida en el ámbito social o bien por su condición de personal mayor, pues la gerontofobia era palpable en ese momento.

 

            Por nuestra parte, podemos guardar el disfraz de bruja, sabiendo que en Paracuellos haberla la hubo y que tuvo que vivir una exclusión social ganándose el título de bruja extraoficialmente.

 

Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.

Cronistas oficiales de Paracuellos de Jarama.

ParaEllas 7: Luisa de la Cerda, la Señora 

   No nos cansamos que recordar que la actual configuración urbana de Paracuellos tiene su origen en la Edad Moderna al trasladar la población desde los alrededores del castillo al lugar que hoy ocupa. Consecuencia del paso político de Encomienda de la Orden de Santiago, a primeramente realengo, y después a señorío laico. Este señorío tiene el origen a una pareja, Don Antonio Ares Pardo Saavedra (c.1509-1561) y Doña Luisa de la Cerda (†1596), que, desde cero, con sus decisiones, pusieron las bases para configurar el actual municipio. Doña Luisa de la Cerda sienta las bases de la construcción de un patrimonio cultural del que poco queda.

 

Doña Luisa de la Cerda.

 

            Doña Luisa de la Cerda irrumpe en nuestra historia al contraer matrimonio por poderes en 1547 con Antonio Ares Pardo Saavedra. Este había estado casado anteriormente con Guiomar Zapata de Mendoza fallecida en 1540. Por su parte Luisa había tenido una hija con D. Diego Hurtado de Mendoza, príncipe de Melito, en una relación no legitimada, lo cual se ha interpretado siempre como signo de poderío y libertad de nuestra protagonista, pero está en entredicho por documentación en la que se muestra que Diego Hurtado de Mendoza aprovecha el entierro del padre de Luisa de la Cerda, el II duque de Medinaceli para tener relaciones con ella siendo doncella, probablemente con promesas de futuro con la familia. Fruto de esa forzada relación nació Isabel de Mendoza, la cual fue reconocida como hija ilegitima. 

 

            El matrimonio entre Luisa de la Cerda y Ares Pardo sucede poco después de la adquisición de la entonces Encomienda de Paracuellos tras ser desmembrada de la Orden de Santiago, que pasa a ser realengo en mayo 1542. Posteriormente es vendida, en agosto de ese 1542, a Ares Pardo Tavera por 42.024.579 de maravedíes tras la intermediación del Cardenal Juan Tavera (1472-1545) y la donación de la mitad del montante necesario para que su sobrino lo convierta en señorío laico. Con esta compra y la donación del mayorazgo del cardenal Tavera a su sobrino nuestro municipio pasa a ser el I señorío de Paracuellos. El mayorazgo y todas sus propiedades se amplía con la incorporación de las propiedades de Luisa de la Cerda en Fernán Caballero en la actual provincia de Ciudad Real. 

 

            Tras la muerte del cardenal, con la trasmisión del mayorazgo por testamento a favor de Ares Pardo, y la imposición del prelado a utilizar su escudo cardenalicio en las propiedades adquiridas, este vive en la fortaleza de Paracuellos y coloca el escudo de su tío. Posteriormente toma la decisión acometer la obra para la construcción del palacio, hoy conocido como de Medinaceli en cuyo patio se pueden apreciar los escudos del cardenal, muy retirado del entonces Paracuellos, que contaba con 200 vecinos en los alrededores del castillo. Es a este palacio donde viene a vivir Luisa de la Cerda y en el que nacen sus cinco hijos: Juan (1550-1571) II señor de Paracuellos y Malagón, Diego, María (†1566), Giomar (†1622) I marques de Malagón y Catalina. Con la decisión se quiere romper con el pasado paracuellense, generando una nueva visión acorde con la nueva situación.

 

            Así es como Paracuellos cambia su enclave poblacional y en los alrededores del palacio se comienza a configurar el actual Paracuellos. Luisa de la Cerda es una devota de santa Ana, hasta el punto de construir en las inmediaciones del palacio la iglesia con advocación de la madre de la Virgen María y que ha sobrevivido hasta mitad del siglo pasado. A esta hay que añadir la construcción de la iglesia de san Vicente Mártir que conocemos actualmente, pues con el traslado la antigua quedaba muy alejada de la población en un lugar prácticamente despoblado. Podemos ver la puerta lateral es escudo laico de Pardo Tavera. El escudo se compone de dos partes la derecha corresponde a Tavera y la izquierda a los Pardo. Corona el escudo un casco mirando a la izquierda con cimera y lambrequines, por lo tanto, corresponde a un noble: es el escudo del I Señorío de Paracuellos. 


Escudo de Antonio Ares Pardo en la iglesia de san Vicente.

    Además, la nueva situación geopolítica durante la vida de Luisa de la Cerda se construye el ayuntamiento, cárcel, cuartel, escribanía, fragua, “puerto seco” y plazas que se utilizan para representaciones teatrales (Plazuelas del Chorrillo y de las Mulas), la ermita de Ntra. Sra. de la Concepción del Castillo (en el camino a Torrejón) y la iglesia de san Miguel… todo acorde a las necesidades a una población de 300 vecinos (aproximadamente 1200 habitantes). De ello solamente quedan en pie la iglesia de san Vicente, lo que nos tendría que llevar a una reflexión sobre la forma de tratar nuestro patrimonio. 

            

Iglesia de santa Ana, palacio de los duques de Medinaceli e iglesia de san Vicente. Foto 1930.

            Poco dura la alegría de nuestra señora, tan solo quince años después del matrimonio muere su marido, siendo el primogénito varón el que hereda el mayorazgo con tan solo once años, siendo Luisa de la Cerda la que administra la jurisdicción y propiedades de este hasta su mayoría de edad.  Doña Luisa de la Cerda, quedó tan dolida por la temprana muerte de su difunto esposo, que no había consuelo humano para mitigar su sentimiento. Para suavizar el duro golpe, le hablaron de una religiosa abulense de rara virtud y gracia para el alivio de semejantes aflicciones, que era hija espiritual de san Pedro de Alcántara (1499-1562), amigo personal de Dña. Luisa de la Cerda y que sería conocida después como santa Teresa de Jesús (1515-1582). El santo de Alcántara escribió a Doña Luisa de la Cerda para que le hiciese el gusto de recibir a la santa, y que fuese con ella unos días para que se instalase en su casa, pues no veía otro medio ni remedio para su consuelo y alivio. 

 

            Doña Luisa de la Cerda accedió a recibir a santa Teresa en la navidad del año 1561 y estuvo en el palacio de la marquesa hasta que recibió un nuevo destino. Santa Teresa le invitó a obtener consuelo construyendo en Malagón un convento, idea que Doña Luisa en un primer momento rechaza. Cuando el tiempo va curando su dolor, ve que la construcción de un convento puede ser el alivio de sus penas, hasta el punto de trabajar como peón de obra en su edificación. No lo funda en Malagón, sino en Paracuellos. Así fue cómo nace en 1570 el convento de los franciscanos descalzos de san Luis en la rivera del Jarama, a media legua apartado hacia occidente de la villa de Paracuellos. Luisa de la Cerda y santa Teresa de Jesús forjan una gran amistad, manteniendo correspondencia epistolar entre ambas, en la que Paracuellos es nombrado hasta en ocho de las treinta cartas que lo atestiguan. 

 

            Entonces ocurre algo inesperado, su hijo Juan Pardo Tavera (llamado así en honor de su tío) le sobreviene la muerte en octubre de 1571, lo que provoca que de nuevo caiga en depresión, encontrando desahogo en sus tiernas hijas. Abandona Paracuellos y traslada su vivienda habitual a Malagón, siguiendo otra vez las indicaciones de santa Teresa construye un nuevo convento en esta población debido al mal estado que tenía el de las religiosas en el señorío de Malagón, tras la visita de mujeres de su congragación en el palacio de Paracuellos. Doña Luisa de la Cerda pasó el resto de su vida en sus casas de Toledo hasta su muerte en 1595.

 

            Tres años después de la muerte de Juan Pardo Tavera, su hermana Guiomar Pardo Tavera (†1622) obtiene el mayorazgo, casada en segundas nupcias con Juan Enríquez de Guzmán y Toledo (c. 1550- ¿?), llamado Juan Pardo Tavera de Guzmán por imperativo de mayorazgo, caballero de la Orden de Santiago. A la pareja se le concede el título de Marqueses de Malagón al subir al trono Felipe III en 1599. Guiomar Pardo Tavera murió sin descendencia a pesar de los tres matrimonios que contrajo en su vida. Con ella se acaba la línea de los Pardo Tavera, quedando vacante hasta que tras una serie de pleitos, el marquesado de Malagón y los señoríos de Paracuellos y Fernán Caballero recaen en Diego de Ulloa Sarmiento (†1647), II Conde de Villalonso. 

            

            He aquí unos breves apuntes biográficos de Doña Luisa de la Cerda. Una mujer que vive en un momento de fuerte patriarcado hasta el punto de ser utilizada cuando era una joven. Le acontece lo peor que le puede pasar a una madre: la muerte de sus hijos, tras el fallecimiento de su marido con el que tenía una buena relación. Su dolor pudo ser gestionado gracias a la sororidad con santa Teresa de Jesús. Gracias a su gestión con el patrimonio familiar tenemos la configuración geopolítica y disfrutamos de varios de los monumentos con los que cuenta nuestro municipio. Bien se merece una calle.

 

Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.

Cronistas oficiales de Paracuellos de Jarama.


 

 

 

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