Fabaceae

            Siendo como es este el año de las leguminosas que mejor ocasión que empezar septiembre con una planta que se recoge este mes: el garbanzo paracuellense. En nuestras tierras ha cultivado desde tiempo inmemorial esta legumbre, citado históricamente en 1542 cuando compra la encomienda de Paracuellos D. Ares Pardo, pues sobre este chícharo había que pagar un diezmo de su venta.



            El garbanzo (Cicer arietinum) es una planta anual que necesita bajos requerimientos para su siembra, es resistente a la sequía, y conviene no repetir su cultivo sobre el terreno por lo menos hasta que pasen cuatro años. Se suele plantar en marzo y recogerse en septiembre. Una vez recolectado se ha de trillar, lo cual se hacía en alguna de las múltiples eras de Paracuellos: las de Chamberí, la de la fuente seca, la del alcalde… Aparentemente en la actualidad no se sigue la tradición de cultivar en Paracuellos, y eso que según nos han contado eran exquisitos. Eran tan buenos que cada garbanzo daba para dos pedos. Existió una tienda en Paracuellos durante el siglo XV, llamada de la Currusaxa, que tenía la obligación de tener durante el año 100 cuarterones de garbanzos (unos 1150 Kg). Ya en 1742 en las relaciones Lorenzanas cuentan que 800 fanegas eran destinadas a este cultivo. Y 65 arrobas de garbanzos fueron suministradas por los paracuellenses a las tropas francesas entre 1809 y 1810.

            El garbanzo se encuentra disponible todo el año y es una excelente fuente de proteína vegetal e hidratos de carbono. Contiene fibra que favorece el transito intestinal ayudando a combatir el estreñimiento, además de contribuir a la prevención de diversas enfermedades;  hierro (no en forma hemo, las más optima para asimilar por el humano), fósforo, magnesio, folatos y tiamina. Nos aporta 373 Calorías por cada 100 g. Además es un excelente fijador de Nitrógeno, pues gracias a la asociación simbiótica con la bacteria del genero Rhizobium, es capaz de fijar entre 60 y 80 Kilogramos por hectárea cultivada y año.
            Las otras dos legumbres que se recogían en Paracuellos son la algarroba (Ceratonia siliqua) y la haba en verde (Vicia faba). De ambas sabemos que se recolectaba desde el siglo XVI, 100 fanegas por aquel entonces, hasta el siglo pasado. El uso principal de la algarroba era, entre otros, para hacer harinas que luego servirían para el engorde del ganado.
            Estas leguminosas, me sirven para (al igual que en la entrada que dediqué a Celestino Mutis) para hacer una llamada de atención sobre la perdida de diversidad que existe en nuestra agricultura.
El zoquete.
Bibliografía y recursos en internet:
- RODRIGUEZ BARRUECO, C; SEVILLANO GARCÍA, F; SUBRAMANIAM, P (1984): La fijación de nitrógejo atmosférico. Una biotecnología en la producción agraria. Temas de divulgación C.S.I.C..
- NÁJERA MARTÍNEZ, J.; YUSTE RICOTE, L. (Inédito): Historias de Paracuellos de Jarama.


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