La más alta torre.
En la revista municipal hablamos del Castillo de Paracuellos de Jarama, el cual, se construye en época emiral, con la intención de servir en el sistema defensivo de la Marca Media, ideado por Muhammad I de Córdoba entre los años 852-886. Las actuaciones arqueológicas en los alrededores sugieren que su construcción se produjo a mediados del siglo IX. Este sistema defensivo se completó con un conjunto de atalayas, torres de vigilancia o buríes más o menos paralelas al río Jarama, de las presentes en nuestro municipio trata esta entrada.
El sistema defensivo que nos ocupa se incluía en lo que llamaban Marca Media, organizado a lo largo de los ejes fluviales. La capital de la Marca Media estuvo en Toledo hasta que a finales del reinado de al-Nasir se trasladó a Medinaceli. En orden de importancia del entramado defensivo se encuentran primeramente los recintos amurallados: medinas, alcalás y almudainas. El siguiente escalón del sistema defensivo lo constituyeron las fortificaciones de tamaño medio, tanto los castilletes o zafras que ocupaban la cima de pequeños cerros bien situados sobre los caminos y los cursos fluviales, como los pequeños asentamientos fortificados que servían de enlace entre los principales puntos defensivos del sistema que antes nombramos. Esta organización defensiva, se completó con un conjunto de atalayas, torres de vigilancia o buríes (de planta cuadrada) a lo largo del río Jarama. Así que encontramos de Norte a Sur las de El Berrueco, Torremocha de Jarama y Torrelaguna, que daban servicio a Talamanca; entre esta población y el castillo de Paracuellos se encontraban las atalayas de El Vellón, Arrebatacapas, Venturada, El Molar, Valdetorres de Jarama, Algete y Belvis.
Las atalayas se distinguen por su forma cilíndrica y su posición en puntos elevados con buena visibilidad. Los tres pisos de su interior se utilizaban para almacén de víveres, depósito de combustible destinado al fuego con el que emitir señales de alarma y vivienda para sus vigilantes. Estas torres se divisaban entre sí, por lo que, en caso de ataque, se transmitían de unas a otras señales visuales para conseguir alertar a los defensores de las poblaciones cercanas.
Como antes comentábamos, las fuentes nos hablan de la existencia de una Torre-atalaya de vigilancia musulmana en las cercanías de la pedanía construida alrededor del Siglo X u XI. En el libro “Historia(s)” contamos que la antigua Belvis, anteriormente la llamaban Ledesma de Jarama y que el rey Alfonso VIII el Noble, monarca que terminó de reordenar toda la zona madrileña, quiso cambiar el nombre, recibiendo el apellido de D. Pedro de Bellvís, uno de los Caballeros Catalanes que le acompañaba habitualmente y al que el Conde de Urgél cedió en propiedad: Y pasó a Castilla, presentándose al rey en abril de 1183 en Borjafams, que quiso Alfonso VIII se llamase en lo sucesivo Belvis (situado cerca de Paracuellos de Jarama), quien lo pobló de nuevo... Cita textual del libro que utilizamos (Analecta Sacra Tarraconensis). Así que tirando de toponimia, pensamos que el topónimo Borjafams afirmaba que en esta población existió una torre, por el prefijo Borj habitual en la época andalusí para nombrar estas. Pero leyendo detenidamente otro libro sobre la orden de Santiago, vemos que no es el Ledesma de Paracuellos y citamos textualmente lo que recoge: “Dio providencia, que junto a Zafra, entre Cuenca, y Alarcón, se poblasse el Lugar llamado Borjafamel (Borjafams), y quiso que en adelante se llamasse Belvis…” y continua un poco después “Entre los presentes con el Rey en Borjafamel, ó que llegaron con el Comendador, fue, según indicios, uno el Conde de Urgél, porque ya estaba en Castilla; y porque el nombre del Belvis, dado por el Rey á la nueva Población era en contemplación del Conde, y del agrado de los urgél, por cierto Belvis en sus Dominios de Urgél, y Lerida, y otro Belvis en tierra de Madrid, cerca de Xarama, y Paracuellos, que también era suyo, y llamándose antes Ledesma quisieron que los Urgel , que se llamasse Belvis; y uno de sus Cavalleros Catalanes, que acompañaba á este Conde se llamaba Pedro de Belvis”. Así que corregimos lo escrito por nosotros en el citado libro, y sugerimos como ya hicimos, tirando de toponímica, que la torre se encontraba en el lugar que lleva el nombre de el pico del águila.
La torre que existía al sur de Paracuellos, vemos que algo cita en las Relaciones topográficas de Felipe II: “Ansimesmo en la comarca del dicho pueblo esta otro termino que llaman Belvis que ansimesmo hay en un prado que esta junto a la ermita muchos cimientos de cómo ha habido en tiempo antiguo muchas casas, y luego alli mas abajo esta un cerrillo que llaman el Castillejo, y se parece que ha habido alli grande edificio, porque hay señas de los cimientos, y ansimesmo piedras labradas, que han sacado de alli labradas”. Hoy en día no queda ni rastro del lugar llamado Castillejo. Así que nos ha sido complicado llegar hasta el lugar donde se encontraba. Tras una intensiva búsqueda encontramos citado el lugar, acompañado con un plano, del que pueden disfrutar del mismo tras estas palabras. El plano ha sido proporcionado por el Archivo Municipal de Madrid, al cual les damos las gracias.
Como pueden apreciar se trata del Castillejo de Quintana. E incluso pueden degustar la forma de la misma. Este lugar hoy está ocupado por la Casa de Quintana. Así que podemos afirmar que cuanto menos, este sistema defensivo en nuestro termino municipal estaba compuesto por el Castillo de Paracuellos, y dos torres, una probablemente en las cercanías de Belvis, y la otra al sur en las cercanías del actual Berrocales de Jarama.
Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.
Cronistas Oficiales de Paracuellos de Jarama.
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