Los Mayos


            El 2 de mayo se celebra el levantamiento espontaneo del pueblo de Madrid contra el imperio Francés. Es costumbre que ese día y el de San Isidro, la gente se vista de chulapo/a o de majo/a. Entre medias están los mayos. Este termino viene de las paganas fiestas romanas de la maias, precedente de los mayos cristianos. Algunos afirman que estaba dedicado a la diosa Maya, madre de Mercurio, esta se encargaba de la fertilidad agrícola y su fiesta se celebraba este mes. Otros atribuyen el mes a la veneración de los antepasados, los ancianos o maiores. En origen fue una festividad exaltando la potencia fecundadora de la primavera, a la par que un paso de niño a hombre.  En poblaciones como Colmenar Viejo, la niña da un paso a mujer, subiéndola en un altar con adornos florales, costumbre que sigue realizándose en dicha localidad. En otras se producía un sorteo de mayas, emparejando a mozos y mozas, engalanando con ramas las ventanas para que los solteros cantaran coplas a las solteras.



En Paracuellos, el ritual fue evolucionando y comenzaba el primer domingo de marzo. En ese momento, como en el resto del país, cada año y con el motivo de la incorporación a filas de los mozos de Paracuellos para hacer el servicio militar obligatorio, se producía un momento especial. La tradición se ha mantenido casi intacta hasta que en 2001 se eliminó el sistema de reclutamiento que sostuvo al Ejército desde 1770. Se les llamaban los quintos. Cada año se llamaba a los jóvenes en edad militar a través de un edicto de la alcaldía en el que se estipulaba que todos los alistados deberán asistir a presenciarlo, a ser medidos y reconocidos y a exponer lo que tengan por conveniente aquellos que crean deben ser exceptuados o exentos. El Ayuntamiento se convertía por un día en el lugar donde se citaban los jóvenes para tallarse (peso, altura, fecha de nacimiento...) y a su vez se aportaban alegaciones de enfermedades. Como en todos los pueblos de España, los jóvenes del municipio celebraban por todo lo alto su entrada en la edad adulta con este simbólico acto de revisión médica militar. 

Una vez acabado el proceso, los quintos salían con la rondalla a pedir huevos y dinero por las casas con el fin de celebrar un gran banquete por la noche al que solían asistir todos los familiares. Las madres de los quintos también colaboraban cocinando para ese día. Una vez concluida la cena, salían junto con la rondalla a cantar por las ventanas o en los balcones a las mozas que eran pretendidas por los jóvenes. 

Algunas de las coplillas que se cantaban eran: 

Te aseguro que estarás
 de rodilla en la cama.
 Y por miedo de tu padre
 no sales a la ventana
Tienes los ojitos nena
como piedras de molino. 
Que muele los corazones 
como piedras de molino. 

Si sobraba comida o alimentos se repartía entre los quintos, al igual que el dinero recaudado y con él, se iban de fiesta a Madrid. El 30 de abril por la noche, se ponía el mayo (que era el tronco de un árbol, alto y sin ramas), cogido normalmente en las tierras de Federico Pi y con su consentimiento. Era sin duda un símbolo fálico que hace alarde a la fuerza viril de los mozos, por ello en ocasiones se quebraba el mayo tirando de las cuerdas que o sujetaban, o se celebraba a la vez una becerrada, como en la fotografía que acompañamos a esta entrada, donde se puede observar el mayoen la parte derecha de la fotografía.. Era transportado por los quintos hasta la plaza del pueblo, se clavaba más menos donde está ahora la fuente, después de haberle untado grasa para dificultar la ascensión. En el extremo más alto se ponían por entonces naranjas o cosas así para aquel o aquellos valientes que lograran cogerlos. A veces se ponían 2 mayos, uno grande y otro más pequeño, según decisión de los quintos, pero ocurrió en pocas ocasiones. Los tres o cuatro últimos mayos se ponían detrás de la Iglesia, en el antiguo juego de pelota. La última quinta que lo colocó fue la de los nacidos en 1971, en el año 1990. Hoy no queda rastro de esta festividad en nuestro municipio.

Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.
Cronistas oficiales de Paracuellos de Jarama.

Biografía:

- CUESTA MILLÁN, J.I. (2010): “Madrid, 2 de Mayo: Crónica de las 24 horas que amargaron a Napoleón”. Editorial Nowtilus.

- FERNÁNDEZ MONTES, M. (1996): “Etimología de las Comunidades Autónomas”. CSIC. Editorial doce calles, Madrid.

- NAJERA, J.; YUSTE, L. (2016): “Historias de Paracuellos de Jarama”. Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama, Madrid.

- PLUTARCO (1992): “Cuestiones romanas”. AKAL ediciones, España.

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