Principia

 Así es como se conoce el famoso libro de Isaac Newton (1672-1727), que marca el comienzo de la ciencia moderna. Fue día 5 de julio de 1687 cuando se publica la obra Philosophiæ naturalis principia mathematica (Principios matemáticos de la filosofía natural), escrito a propuesta del astrónomo Edmond Halley (1656-1742), dividido en tres partes (o libros) con definiciones, lemas, leyes, teoremas, etc… Y ahora la pregunta que seguro que se están haciendo ¿qué tiene que ver Newton con Paracuellos de Jarama?



Pues bien, Isaac Newton explica en su obra como se formaron y se ordenaron las partículas, pero el momento en que lo hace la religión está omnipresente, así pues, en su búsqueda utiliza la existencia de Dios para justificar la universalidad de las leyes del movimiento. En 1789 se escribe el libro “Carta de Paracuellos”, escrito por Fernando Pérez (pseudónimo que utiliza Tomás Antonio Sánchez bibliotecario de la Real Biblioteca) con el objetivo de “traer el verdadero conocimiento a los escritores que andaban errados y extraviados a la razón”. Es un libro que supuestamente escribe una persona de la tercera edad de Paracuellos a su sobrino, en el hace una revisión de satírica de la ciencia y la cultura a lo largo de la historia. En la obra critica la sumisión de los principia de Newton a la teología natural en vez de la filosofía natural, provocando el enfado del autor del libro, al ver a Dios convertido en un concepto más de las ciencias experimentales. Además Fernando Pérez pone en duda la hipótesis de Fray Francisco de Bivar sobre la autoría del Libro de Alexandre (obra en verso del primer tercio del S. XIII, que narra la vida de Alejandro Magno), que desarrolla en la obra póstuma del fraile del cister “Marci Maximi Caesaraugustani…”.


Esto nos trae de nuevo a Paracuellos de Jarama, pues en 1670, Isaac Newton, dedicaba tanto tiempo a la ciencia como a la religión, dedicando parte de su tiempo a un profundo estudio del Apocalipsis, uno de los proyectos teológicos desarrollado por el científico. En una parte de este estudio, Newton desarrolla el papel que juegan los alanos en Hispania, y revela el uso directo y central de una fuente española, la crónica de Marco Máximo, Obispo de Zaragoza, citado anteriormente (Marci Maximi…), y escrito por Fray Francisco de Bivar. La obra del cister la conocía Newton desde el principio de sus investigaciones, pues copia parte del texto del cronicón de Máximo, reproduciendo incluso las conjeturas de Francisco de Bivar.


Fray Francisco de Vivar,  vio la luz en nuestra localidad hace 437 años, el 8 de mayo de 1584. Fue historiador del Cister y uno de los personajes más notables de las letras españolas de esta época. Cuentan que era de estatura alta y hermosa fisonomía. Estudió gramática en la corte y en el año 1601, cuando contaba con 17 años, ingresó la orden de san Bernardo. Figura en la biblioteca cisterciense española y forjó su vida monástica en el monasterio de la observancia de santa María de Nogales (León).  En 1620 la congregación de Castilla le nombró Procurador en Roma, al que solo podrían acceder aquellos con grandes conocimientos canónicos y jurídicos, a la par de tener una buena inteligencia emocional.  Tal es su destreza en estos asuntos que el Papa Urbano VIII lo tiene como indispensable.

 Incansable investigador de la biblioteca vaticana y todas las importantes de Roma. Regresó a España tras doctorarse en Teología. Decían de él que era la “Luz de la mayor antorcha de Castilla” y un “varón elocuentísimo”. Sobresalió en Teología, Filosofía, Historia, Música, Matemáticas, Poesía, Geometría y Oratoria. En un viaje a Madrid para la impresión de la obra antes mencionada de Marco Máximo, contrajo un tabardillo, que en tan solo 7 días le llevo a la muerte el 8 de diciembre 1635. Cuando murió contaba con 51 años de edad. Su cuerpo fue enterrado en la Capilla de Nuestra Señora del Destierro del Monasterio de santa Ana de Madrid. Actualmente cuenta con una calle con su nombre en el casco urbano de Paracuellos. 

            Estas son las cosas que nos unen con uno de los padres de la ciencia.

Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.
Cronistas oficiales de Paracuellos de Jarama.

Bibliografía y recursos en internet:

- BIVAR, F. (1651): Marci Maximi Episcopi Caesaraugustani, ... Continuatio chronici omnimodae Historiae ab anno Christi 430 (ubi Flav. L. Dexter desiit) usque ad 612 quo maximus pervenit una cum additionibus S. Braulionis, Helecanis, Taionis, & Valderedi Caesaraugustanorum itidem Episcoporum. Madrid. 

- CUESTA SERRANO, J. (2013): Tomás Antonio Sánchez. Fundación Ignacio Larramendi.

- GARCÍA CARMONA, A.; NÁJERA MARTÍNEZ, J.; RODRÍGUEZ MENDEZ, J.J.; YUSTE RICOTE, L.; CALVO ORIVE, N.; KRSTIC GIBERT, S., (2010): Encontrando a Paracuellos de Jarama. Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama.

- NÁJERA MARTÍNEZ, J.; YUSTE RICOTE, L. (Inédito): Historias de Paracuellos de Jarama.

- TORIBIO PÉREZ, P. (2010): Alanos, vándalos y suevos en la exégesis apocalíptica de Isaac Newton: una fuente y un texto desconocidos. Artículos CCHS-ILC. CSIC.

- PÉREZ, F. (1799): Carta de Paracuellos escrita por D. Fernando Pérez a un sobrino que se hallaba en peligro de ser autor de un libro. Madrid.

- Biografía Francisco Bivar en la Real Academia de la Historia. URL: http://dbe.rah.es/biografias/34410/francisco-bivar-o-vivar
[Consulta 01/05/2021]

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