El Bunker de Berrocales

 

            El búnker de Berrocales está situado al sur del municipio de Paracuellos de Jarama, es un nido de ametralladoras  a 679 metros de altitud incrustado en el pico de las Zorras/Torras. Tiene una posición estratégica al estar elevado unos 100 metros sobre el Aeropuerto Internacional de Madrid Barajas. Se encuentra cercano a la entrada de la urbanización Berrocales del Jarama. El elemento no tiene ningún tipo de protección local, regional o estatal a pesar de su singularidad. Intentaremos desarrollar a lo largo de este trabajo tanto sus posibles orígenes, como su difícil encaje para su definición exacta.

 


            Es una construcción realizada en hormigón armado en forma de L. Dotada de una sala amplia y rectangular con dos ventanas y un acceso de 6 metros le largo x tres de ancho. De la parte derecha de la sala parte un pasillo de 6 metros de largo x 1 metro de ancho, que acaba en un observatorio una tronera principal y dos adyacentes. A través de la tronera se puede observar toda la llanura de Barajas. El nido de ametralladoras es de una tipología y características parecidas a las mostradas en la figura 4. Según el libro de fortificaciones de cronología posterior (1937) tiene los rasgos para catalogarlo como nido de ametralladora, aunque, al estar ubicado en lo alto del cerro podría tener una utilidad dual también como observatorio. El espesor del hormigón utilizado tiene una media de unos 20 cm siendo mayor en ciertos lugares. En el pasillo que acaba en el observatorio, a medio camino tiene tres elementos en el lado izquierdo y cuatro en el derecho (1 casi en el suelo), que posiblemente se plantearon como troneras laterales, pero que no llegaron a abrirse, estas conservan la madera del encofrado. Está perfectamente mimetizado en el entorno.


            Son varias las teorías que se plantean como origen y justificación de su existencia. Y para ello hemos de ponernos en el precedente de este tipo de construcciones, cuyos prototipos fueron creados durante la Primera Guerra Mundial, como necesidad de proteger su artillería ligera del armamento de gran calibre que se estaba utilizando en este momento. España no entró en la primera guerra mundial, pues mantenía una contienda en el norte de África. Este motiva que sea ajena a la tecnología militar del momento. Son famosos además de los búnkeres que se proyectan, los llamados blocaos muy utilizados en la campaña de Marruecos.

Paracuellos de Jarama fue uno de los lugares elegidos para maniobras militares desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. La cercanía a la capital, y su abrupto terreno le configuro con una idoneidad para las maniobras preparatorias y prueba de material bélico cuando España estaba en guerra con Marruecos. Estas maniobras están documentadas en el municipio a principios del siglo XX en los años 1901, 1905, 1908, 1912, 1918 y 1926. El año 1918 son dos las maniobras que se realizan en Paracuellos de Jarama, de las cuales creemos relevante para documentar el bien las que se producen el 10 de octubre de 1918. A estas maniobras acudió el Rey Alfonso XIII junto con el presidente del Gobierno de entonces el general Primo de Ribera. Distintos regimientos militares se presentan en el municipio contando con dos cuerpos de zapadores, los cuales parten de Alcalá de Henares y Madrid para darse encuentro a las once de la mañana en la zona de Paracuellos. Todo un despliegue de medios pues se iba a probar una serie de fortificaciones y explosivos, armamentos, comunicaciones, así como la destreza de los zapadores en la construcción de puentes calculados para camiones de seis toneladas, emplazamientos para ametralladoras, minas con el único objeto de volar un camino que pasaba sobre ella, realizando prácticas de voladuras en las que incluían torpedos submarinos.


            Estas maniobras quedaron documentadas en la revista de la época que llevaba por título el Mundo Grafico, en su edición del 16 de octubre de 1918 da cuenta del evento especial. Sospechamos que, en estas maniobras, por lo contado en prensa, podría ser el momento de la cimentación del bien que justificamos por el despliegue constructivo que se desarrolla para las pruebas estratégicas. Los emplazamientos para ametralladoras podrían ser el elemento que describimos, que es reforzado con otro tipo de elementos de tiro, cercanos al búnker (50 metros) y que no ha quedado constancia de ellos por ser efímeros. Estas maniobras fueron supervisadas y organizadas por el Capitán Avilés.

            Hemos preguntado a los mayores de Paracuellos una posible implicación del búnker durante la guerra civil y de paso su posible construcción durante esta contienda. Especialmente la familia García titulares del bien, nos trasmiten que el edificio se construyó para la protección del aeropuerto durante la Guerra Civil, situado allí por la configuración de las pistas que entonces mantenía el aeródromo madrileño. También afirman que no fue utilizado en contienda bélica alguna, pero que es posible de la existencia de una patrulla de vigilancia. Recordamos que durante la guerra civil lo más cercano al bunker era el pueblo de Paracuellos entonces a 4 km de distancia. Apuntamos también, que hablar de la guerra civil en Paracuellos es un tema cuanto menos complicado. Damos por sentado que no fue utilizado como refugio antiaéreo, pues este estaba en la actual Plaza de la Constitución. Solamente con el testimonio verbal de los vecinos no es suficiente para afirmar que el bien fuera utilizado en el conflicto.

Sin embargo, a la hora de realizar este trabajo, al buscar bibliografía para su documentación, dimos con las declaraciones de uno de los miembros del Grupo de Estudios del Frente de Madrid (Gefrema) en una el periódico de Hortaleza donde dice: “Según José Ignacio Fernández, los fortines de La Mata Espesa son de gran “originalidad” porque estaban conectados “por una trinchera al fortín doble gemelo que está todavía enterrado en el Cerro de los Perros, en la zona de Las Cárcavas”. Además, tenían una “comunicación heliográfica, con señales de un aparato de reflejo solar, con un fortín observatorio situado en Los Berrocales, cerca de Paracuellos de Jarama” que avisaba de ataques de la aviación nacional en el entorno del aeropuerto de Barajas”. Por lo que entendemos que en parte son ciertos los apuntes de los vecinos utilizándose en el conflicto bélico como punto de vigilancia. Podríamos entender que el bunker de Paracuellos tenía contacto visual con dos fortines, el de Mata Espesa y el de Alameda, dando así seguridad al aeropuerto de Madrid durante la contienda.


            Hemos contactado con Gefrema para intentar obtener más información sobre su historia, así como orientación de bibliografía al respecto. Su contestación textual ha sido: “No hay publicaciones sobre este fortín. Su nombre es el fortín de los Berrocales, y no es de la Guerra Civil. Se construyó antes de la misma, coetáneo a la construcción del primitivo Aeropuerto de Barajas dentro de unas obras de protección de este”. No hemos podido llegar hasta las actuaciones de la construcción del aeródromo en 1931, cuyos terrenos se compraron con ese fin en 1929, aunque sabemos que el Ingeniero militar Rogelio Sol Mestre diseña el aeródromo. Según el Gefrema el monumento se construye para la protección aeroportuaria, y sabiendo que el responsable de su diseño nos lleva a otras maniobras militares donde vuelve a estar presente el Jefe del Estado. El 1 de marzo de 1934 se realiza un ejercicio del ejército de la entonces república española. En un documento gráfico expuesto como imagen 7 habla esta vez de abrigos fortificados. Con lo cual tenemos una nueva posibilidad de su construcción durante unas maniobras militares. Por el contrario, no hemos sido capaces de localizar nada sobre las obras de protección aeroportuaria que nos comenta Gefrema.

En un monográfico editado en 2019 por Comunidad Autónoma de Madrid, que lleva por título “Plan Regional de Fortificaciones de la Guerra civil (1936-1939) de la Comunidad de Madrid”, se pretende localizar y documentar todos los edificios de estas características. En el ejemplar, nuestro bien no aparece como elemento dentro de las campañas o zonas de defensa de Madrid, pero en su página 124 hay una fotografía, por la que entendemos que las autoridades autonómicas reconocen a este dentro de tipología de fortificaciones de la Guerra Civil. A pesar de ello, no es citado en ningunas de sus actuaciones arqueológicas, divulgativas o turísticas con esta temática. Tampoco está citado como elemento de las distintas líneas defensivas republicanas durante la Guerra Civil.

El búnker de Paracuellos es propiedad privada, los dueños tienen el terreno a partes iguales compartido por 5 personas jurídicas. Sus propietarios no han tenido comunicación alguna por parte del Ayuntamiento para su conservación, publicidad o adecuación. Desconocen cómo pueden actuar para su protección y adecuación. En el caso que nos ocupa, el monumento podría reconocerse su interés histórico y arquitectónico por ser un ejemplo de fortificación militar precedente de las utilizadas posteriormente en la Guerra Civil Española, así como modelo para desarrollar esta tipología constructiva. Desafortunadamente búnker no está declarado ni como Bien de Interés Cultural ni como Bien de Interés Patrimonial, por lo cual sólo nos queda el reducto de que el ayuntamiento lo incluya dentro de su catálogo de bienes, pero para ello tiene que reconocer que tiene un valor patrimonial.

Actualmente el bien ha tenido un interés para su puesta en valor por parte del grupo de montaña local Amadablan. Intentan dar visibilidad al bien al incluirlo en la ruta circular PR-M 45 que se idea con el proyecto Red de Senderos de Paracuellos de Jarama, homologada por la FMM el año pasado. Al realizar los recorridos de la ruta, se propone hacer una descripción histórica de los caminos, a la par que se idea cartelería para colocar en distintos lugares de interés siendo el búnker uno de los elegidos. El Ayuntamiento de Paracuellos, posteriormente incorpora estos como reclamo turístico.

El consistorio no tiene ningún reparo en publicitarlo como reclamo turístico en las rutas que ha planificado y plasmado en un cuaderno de viaje. Este folleto esconde una frase que llevaría a la ruborizarse a cualquier vecino al describir el estado de deficiente conservación del búnker en la exposición de la ruta PR-M 45: “Se recomienda no acceder a su interior, además de ser propiedad de un particular, porque tiene algunas zonas deterioradas por el paso de los años”. Entendemos con este tipo de actuaciones que no tiene ningún interés ni en su reconocimiento como bien patrimonial, ni en su recuperación y adecuación, ni en determinar el origen constructivo de este. 

 El edificio, aparentemente no tiene peligro de colapso y mantiene la estructura gracias al material constructivo empleado: hormigón armado. A pesar de esto, hay elementos claramente degradados como ciertas partes del techo donde se están cayendo zonas del revocado. El suelo del observatorio se ha perdido parcialmente. El elemento esta vandalizado con pintadas. El panel informativo ha sido restaurado y recolocado tras actos vandálicos en varias ocasiones por el grupo de montaña Amadablan. Es utilizado habitualmente para beber, por lo que hay acumulación de basura, que, gracias a las batidas de limpieza que ha realizado D. Andrés del Alba se dignificó el bien, pero como poca durabilidad.


 A pesar de los esfuerzos del Grupo Amadablan de Montaña para poder conservar las rutas, así como los distintos grupos de vecinos organizados a través de los comercios paracuellenses, plataformas vecinales o por iniciativa propia, el bien está expuesto a agresiones constantes, lo que nos hace recordar el artículo 46 de la Constitución Española.

            Artículo 46

             Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio.

            El Bunker de Berrocales, es un bien en un estado de conservación todavía aceptable como para emprender acciones que eviten su progresiva degradación. Para ello, previamente habría que dotarlo de una identidad y encajarlo en la normativa vigente, con una investigación más allá de la que hemos podido hacer nosotros con nuestro medios. Habría que restaurarlo, previa limpieza de los actos vandálicos que ha sufrido, y revocado del techo de la sala principal y reposición del suelo perdido. Sería conveniente paralelo a esta acción generar visibilidad del monumento desde un punto de vista patrimonial. El ayuntamiento de Paracuellos de Jarama debería ser consciente de la importancia de estos elementos patrimoniales, más allá del reclamo turístico o curiosidad.

            Una vez que el monumento esté rescatado del olvido, contextualizado en la historia municipal y elevado a categoría de bien protegido, hemos de ser capaces de desarrollar formas para su conocimiento y divulgación. Se podría cerrar, hacer un control de acceso con voluntarios y generar un espacio musealizado. Es imprescindible generar una conciencia colectiva para que este bien en particular y el patrimonio local en general deje de ser atacado con actos vandálicos. Hemos de ser capaces de crear un entorno para que este monumento sea algo más que un reclamo turístico, podamos convertirlo un lugar visitable, donde el disfrute y conservación no estén reñidos ni para los vecinos contemporáneos ni para generaciones futuras.

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