Amnesia histórica


Estas navidades, mientras veía las noticias, vi que en un pequeño pueblo de EEUU de unos 15.000 habitantes, habían conseguido hacer  un esplendido árbol de navidad con todos los libros editados sobre la historia de su pueblo, apilándolos hasta alcanzar una magnifica altura. Pero lo que me llamó poderosamente la atención no fue la hazaña en sí, sino descubrir que un pueblo de Norteamérica de apenas 250 años de antigüedad tuviera tal cantidad de libros editados sobre su historia. La reflexión posterior, después de la envidia que me produjo porque Paracuellos con más de 1.000 años de historia conocida sólo tiene editados dos, fue llegar a la conclusión de que los seres humanos desde el inicio de nuestra existencia, queremos saber de dónde venimos y a donde vamos. Esa forma de plantearnos nuestra propia existencia terrenal (que hay después de la muerte, detrás de las emociones, etc…) nos hizo dar el salto evolutivo necesario para llegar a tener una mente privilegiada que es en definitiva, lo que nos diferencia de los demás animales.
En la antigüedad, ser de una determinada tribu o de un determinado clan era motivo de orgullo. Los propios apellidos que llevamos en la actualidad también son un testimonio de que pertenecemos a uno de esos clanes… Al principio las historias se transmitían de forma oral, pero con la aparición de la escritura el conocimiento humano quedó plasmado en papel y se aceleró de forma determinante el conocimiento.  Desde entonces, todos los pueblos se empeñan en dejar por escrito su historia, para que pueda ser leída con orgullo y guardada para su conservación.
Por eso este pequeño pueblo de EEUU al igual que otros muchos, dan mucha importancia al lugar que habitan. Necesitamos identificarnos con el lugar que pisamos. Somos, nos guste o no,  los portadores de la antorcha que nos cedieron nuestros antepasados y en donde están recogidas todas las costumbres y tradiciones.  Así es y así seguirá siendo.
Pero Paracuellos is different, very, very different…
Podría escribir una extensa justificación del porqué no hemos hecho los deberes en esto de la memoria histórica, pero la respuesta se pierde en la noche de los tiempos y nos es fácil saber toda la verdad. Así que me limitaré a pensar lo que pudo pasar al menos desde la Guerra Civil. Porque no siempre fue así, hay escritos de actas plenarias de los años 20 en donde se deja constancia del amor de los vecinos por su pueblo, hay incluso  escrito un grito de ¡VIVA PARACUELLOS! Y tenemos una vecina distinguida por sus actos y nombrada hija predilecta. En ambos casos y en otros, son una muestra de ese amor y orgullo del que hablamos. Nuestra amnesia colectiva empieza la mañana del 7 de noviembre de 1936 cuando empezaron lo que se conoció después como “las matanzas de Paracuellos”. Los allí fusilados fueron entronizados a los altares y pasaron a llamarse los “Mártires de Paracuellos”, y los vecinos de Paracuellos fueron acusados de ser responsables directos o indirectos de aquel genocidio, porque a pesar de que quedó demostrado que fueron obligados a cavar las fosas y darle tierra a los cuerpos, la opinión popular no lo vio así. Tampoco ayudó que los máximos responsables no rindieran nunca cuentas y el tema se acabó prolongando en el tiempo…
Ser o vivir en Paracuellos se convirtió en un estigma, los habitantes tuvieron que ocultar su procedencia, incluso había que decir que se era de otro lugar…la vergüenza cayó como una nevada intensa sobre todos los vecinos. Y si a este coctel le añadimos falta de dinero y mucha desidia de nuestros dirigentes municipales, tenemos el resultado de que en el año 2016, el 99 % de los vecinos de Paracuellos desconozcan su historia. Y los más doctos en la material a penas si pueden dar unas pinceladas de ese pasado, que por otra parte, ha sido intenso y extenso, con muchos momentos gloriosos y personajes irrepetibles.
Pero afortunadamente, no todo es oscuridad. Hay vecinos que a título particular, consciente del problema, llevan tiempo intentando dar algo de luz. Y desde hace unos pocos de años se han creado asociaciones culturales que están interesadas en recuperar este pasado. Este espacio del “El Zoco de Malsobaco” es también una herramienta para tal fin.
Sólo espero que nuestros servidores públicos sepan estar a la altura de las circunstancia. Que sepan reconocer las grandes carencias que tenemos en esta material y el peligro que existe de desnaturalización de sus habitantes que se están viniendo a vivir en masa a este gran sitio. Que apuesten de una manera clara y firme por dignificar nuestro pasado a través de su promoción, financiación y divulgación.

El Zocato y el Zoquete.

Bibliografía:

- GARCÍA CARMONA, A.; NÁJERA MARTÍNEZ, J.; RODRÍGUEZ MENDEZ, J.J.; YUSTE RICOTE, L.; CALVO ORIVE, N.; KRSTIC GIBERT, S., (2010): Encontrando a Paracuellos de Jarama. Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama.

- HERRANZ BARQUINERO, R; FERNÁNDEZ GÓMEZ, J.L:; y  MESA ALVAREZ, M. (2013): El castillo de Malsobaco en Paracuellos de Jarama. Editorial Aache.

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