Calendario festivo paracuellero

             A finales de enero de este año se han celebrado de nuevo las fiestas menores en honor a san Vicente mártir, que ostenta la advocación de la iglesia de nuestro municipio. Celebraciones que tienen la intención de instaurarse de nuevo en el calendario festivo municipal. No se celebraban desde principios del pasado siglo XX, con un efímero evento en 2003.  En el refranero local se dice que de los santos frioleros san Vicente es el primero, pero no siempre ha sido así. Esta es nuestra crónica de las fiestas municipales. 

 

Ciclo vital, estacional y ritual de Paracuellos de Jarama. 

            Las fiestas son un punto de encuentro de las sociedades. Necesarias para el mantenimiento de la estructura social. Estas tienen una dicotomía en su ritual, pues están fuertemente unidas al calendario agrícola y cristiano, utilizándose para expresar los rituales de paso. Frente a la primera tenemos plagado el calendario festivo municipal añadiendo tres festivos como rituales de paso. Encontramos también dos momentos históricos en Paracuellos de Jarama, uno con sus orígenes poblacionales en los alrededores del castillo de Paracuellos en el medievo y otro que hunde sus raíces (mostrando el carácter y tradición agrícola) en el actual enclave geopolítico en las edades Moderna y Contemporánea. 

            

            Hasta poco después del traslado poblacional se celebraban las siguientes fiestas, cuanto menos desde el siglo XV: 20 de enero voto por la peste a san Sebastián con procesión a la ermita, 22 de enero  en honor a san Vicente mártir día de guardar por la advocación de la iglesia, 5 de febrero pidiendo evitar las tormentas a santa Águeda, le sigue san Gregoriano el 11 de marzo con la intención de evitar el escarabajuelo en los viñedos, el 6 de agosto los santos niños (Justo y Pastor) en la que se da caridad de pan y vino con la intención de evitar la temida langosta, cerrando el calendario festivo de la época el 8 de diciembre día de guardar con procesión a la ermita de la Concepción del Castillo que estaba a la salida del municipio camino a Torrejón de Ardoz. Es un calendario festivo fuertemente unido al agrícola y religioso coincidiendo los momentos de mayor actividad religiosa con los de menor actividad en las labores del campo.

 

Restauración de las fiestas de san Vicente en 2024. Pregón de las fiestas a cargo de la Asociación de Mujeres Aula de la ilusión. Fuente: Instagram @ayuntamientoparacuellos


            Es en la Edad Moderna cuando muchas de estas fiestas dejan de realizarse, a la par que se incorporaban otras al perder la vigencia de su devoción con los cambios medioambientales y sociales en consonancia con las creencias de la época. Se mantienen las de san Sebastián, san Vicente y Concepción, añadiendo san Isidro el 15 de mayo, el Corpus Christi (que pasan a ser las fiestas principales), san Antonio de Padua el 13 de junio, santa Ana el 16 de Julio y Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre y por último el día de difuntos y ánimas el 1 y 2 de noviembre. Al final de esta época vuelve a realizarse una nueva “ordenación” festiva, al dejarse de celebrar el Corpus y apareciendo la celebración de Semana Santa, con un traslado en el momento de celebración de las fiestas patronales a tal y como se realizan ahora al nacer la Cofradía del Cristo de la Salud y san Nicolás de Bari, que posteriormente con la desaparición del concento de los franciscanos Descalzos en 1821, incorpora a la Virgen de la Ribera que se veneraba en el convento de san Luis y su fiesta celebrada por los frailes. Las mujeres de Paracuellos son las encargadas, en un principio, de atender la advocación de esta imagen en las celebraciones de las fiestas, pero por poco tiempo. Por cierto, la Cofradía que sigue gozando de buena salud y que dentro de dos años cumple 275 años. 

 

Fiestas patronales años 60. 

            Las hermandades o cofradías (cum frater, como hermanos) dan cuenta de una de las formas pertenencia metafórica familiar en la sociedad. Aunque en un principio muchas de ellas tuvieron un carácter laico y asistencial (que queremos destacar), a modo de mutua, con la certeza de un cuidado físico y religioso en caso de enfermedad o defunción del hermano/cofrade o sus familiares en primer grado gracias a las mesadas que pagaban. Además de estas funciones, las cofradías son las encargadas de poner en marcha las fiestas del santo que las titulaba, para ello la toponimia ha dejado multitud de restos con los que se ha sufragado los gastos de estas y el mantenimiento de los oficios religiosos. Las existentes en el municipio durante la Edad Moderna con este fin son: la Cofradía de San Sebastián, la Cofradía del Santísimo Sacramento (Corpus Chriti), la Cofradía del Cristo de la Salud y San Nicolás de Bari, la Cofradía de las Ánimas (Todos los Santos), la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, la Cofradía de San Vicente, La Cofradía de la Veracruz (Semana Santa) y la Cofradía de San Isidro.


Fiestas del Carmen años 60.

 

            Como vemos se adapta el calendario festivo con el ciclo religioso, estacional y agrícola a lo que hay que añadir las festividades cuya celebración alojan ritos de paso. Estos se encuadran con la misión de reforzar la pertenencia comunitaria y las etapas de la vida entre el nacimiento y la muerte, de forma circular asimilando el año con el ciclo vital. Así pues, tenemos la presentación de los niños con la integración de los recién nacidos en las fiestas del Corpus. Los “residuos” consuetudinario patrimonio inmaterial de la Fiesta del Corpus (que han llegado hasta la actualidad y en peligro de desaparición) son claramente de presentación y confirmación en el colectivo cristiano local. Encontramos en los efímeros altares que en su parte inferior delantera se suele colocar un cojín con una doble función: practicar el rezo, o depositar sobre él a los niños nacidos ese año, como ritual vital de admisión en la comunidad. El siguiente rito dentro de esta celebración es de confirmación de los niños que han tomado la eucaristía por primera vez que vuelven a vestirse de gala reforzando y exponiendo en ceremonia publica fuera del templo, en sus alrededores. Terminamos con este apartado hablando de la fiesta de todos los Santos y ánimas el 1 y 2 de noviembre en la que se intenta resolver la angustia de la muerte y se reconfigura el papel de los muertos en la sociedad de los vivos. 

 

Fiestas del Corpus años 70.

            Para entender las fiestas configuradas en la Edad Contemporánea en la que vivimos tenemos que detenernos en varias fechas. La primera son las desamortizaciones decimonónicas las cuales dieron la puntilla final a prácticamente todas las cofradías de Paracuellos de Jarama con la excepción de la del Cristo de la Salud, San Nicolas de Bari y la Virgen de la Ribera. Así como la Guerra Civil Española, la dictadura y la restauración democrática de 1978. Durante el periodo dictatorial casi desaparece la tradición de los carnavales y se incorporan las fiestas del Carmen, creando una cofradía formada exclusivamente por mujeres. Además, la creación de la entidad menor de Belvis de Jarama incorpora un día festivo más con sus fiestas patronales el 25 de julio en honor al apóstol Santiago. El mes de mayo adquiere una especial atención en la provincia de Madrid, tanto por el carácter agrícola de la provincia (de ahí su celebración de san Isidro), como por el carácter social, pues es el mes que se tallan los quintos para su incorporación en el manteniendo de las tropas militares. Se celebraban los mayos en las que se ponía un tronco de árbol y se celebraban capeas, abandonando la tradición con los últimos quintos en 1990. Jóvenes que, cansados de encontrarse con las fiestas patronales coincidiendo con los exámenes finales se empeñan en organizar fiestas en septiembre para paliar la perdida de júbilo festivo que ya no se celebran.

 

Procesión de San Isidro años 60.

Fiesta de los quintos años 70.

             A esto hay que añadir las contraprestaciones de la aparición del calendario festivo con las nuevas realidades identitarias tanto sociales como geopolíticas incorporando a los calendarios el día del trabajador, de la Comunidad de Madrid, y la Constitución Española. Así pues, nos presentamos en un siglo XXI con las fiestas tal y como las tenemos actualmente. Pero Paracuellos de Jarama ha cambiado sustancialmente, en lo social y en lo urbano. La agricultura ya no es el motor principal de la economía y el entramado urbano ha cambiado con la aparición de urbanizaciones y la construcción del ensanche urbano paracuellense conocido como Miramadrid. Las fiestas pierden ese carácter identitario y su ritmo estacional, vital y de paso para entenderse como días de descanso y divertimento en una sociedad carente de esos ritmos agrícolas. Con la ampliación del municipio se reserva un sitio para montar las atracciones, un lugar que reutiliza un parque en las cercanías del cementerio a medio camino entre el casco antiguo y el ensanche municipal, pero por distintos problemas se ha ido moviendo de sitio perjudicando o beneficiando a los vecinos paracuellenses. Además, el municipio incorpora a su calendario Halloween, la fiesta pagana de origen estadounidense cosida a la festividad de todos los santos, propuesta como fiesta de interés turístico a la CAM. 

 

Carnavales años 60.

            La página web municipal apunta los siguientes días festivos y religiosos de forma oficial además de Navidad, carnaval, Semana Santa y los Santos: San Antón el 17 de enero (Bendición de animales), San Vicente Mártir el 22 de enero, Candelaria el 2 de febrero (se ofrece y se pide por los niños bautizados el último año en Paracuellos de Jarama), San Isidro el 15 de mayo (Procesión), Fiestas Patronales en Pentecostés: Cristo de la Salud Virgen de la Ribera, San Nicolás de Bari (domingo, lunes y martes respectivamente), San Antonio con procesión el 13 de junio, Virgen del Carmen el 16 de julio con una procesión y por último las fiestas de Belvis el 25 de Julio. Organizadas por el consistorio en colaboración con la Cofradía del Cristo de la Salud y la Cofradía del Carmen y la inestimable participación de la asociación de mujeres Aula de la Ilusión pregoneras en la restauración de las fiestas de san Vicente.

 

Semana Santa años 90.

            Como hemos visto con esta crónica las fiestas tienen un carácter identitario, social e incluso biológico, pues se ha demostrado científicamente que los eventos de participación colectiva son capaces de sincronizar el ritmo cardiaco de los participantes. Hemos mostrado los movimientos en el calendario con la adaptación a los tiempos que corren para celebrar los días de fiesta, no así su forma. Con la configuración social y política del Paracuellos de este siglo XXI que está a punto de llegar a su primer cuarto se ha mostrado un interés en recuperar y reescribir el calendario festivo. 

 

            Quizá sea un buen momento para la reflexión y la actualización de los eventos a la nueva realidad social de este nuevo siglo. Somos los herederos de unas tradicionales que debemos conservar y fomentar. Son las que nos conectan y nos unen con el lugar donde hemos decidió vivir. Abrir un debate tranquilo y sosegado para decidir qué días, espacios y forma de vivir las festividades, en común o por barrios y urbanizaciones, con cabida de los grupos políticos, cofradías, peñas, asociaciones y vecinos para diseñarlo. 

 

¡Vivan las fiestas de Paracuellos de Jarama!

 

Luis Yuste Ricote y Javier Nájera Martínez.

Cronistas oficiales de Paracuellos de Jarama. 

 

Bibliografía:

 

- FERNÁNDEZ DE MATA, I. (2018). La tradición visitada: La búsqueda del patrimonio etnológico e inmaterial. Diputación de Palencia, Palencia. 

 

 - NÁJERA, J. & YUSTE, L. (2016). Historias de Paracuellos de Jarama. Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama, Madrid.

 

- VELASCO, H. M. (1982). Tiempo de fiesta. Ensayos antropológicos sobre las fiestas de España. Colección Alatar. Editorial TRES-CATORCE-DIECISIETE, Madrid. 

 

- AYUNTAMIENTO DE PARACUELLOS DE JARAMA (2022). Fiestas y eventos. URL: https://www.paracuellosdejarama.es/es/festejos/fiestas-y-eventos [consulta 29/01/2024]

 

 

 

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